El 23 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Lengua de Señas, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017 con el objetivo de visibilizar y promover el uso de las lenguas de señas en todo el mundo.
Este día conmemora la creación en 1951 de la Federación Mundial de Sordos (WFD, por sus siglas en inglés), una organización que ha trabajado incansablemente para defender los derechos y la inclusión de las personas sordas a nivel global.
La celebración de esta fecha es fundamental para concientizar sobre la importancia de las lenguas de señas como medio de comunicación, y sobre la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades para las personas sordas en todos los aspectos de la sociedad. A través de este día, se busca promover el acceso a la educación, la información y la participación plena de las personas sordas en la vida comunitaria.
El reconocimiento de las lenguas de señas como derechos humanos
Las lenguas de señas son lenguas naturales con estructuras gramaticales propias, utilizadas por las comunidades sordas para comunicarse. Aunque muchas personas las desconocen, son esenciales para que millones de personas sordas puedan interactuar en igualdad de condiciones. El Día Internacional de la Lengua de Señas es una oportunidad para reconocer el valor de estas lenguas en la preservación de la identidad cultural y la diversidad lingüística.
El reconocimiento de las lenguas de señas como un derecho humano es uno de los pilares de esta celebración. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la ONU en 2006, establece que las personas sordas tienen derecho a usar la lengua de señas y a acceder a servicios en esta lengua. Esto incluye la educación bilingüe, el acceso a la justicia, la atención médica y otros servicios fundamentales que deben ofrecerse con intérpretes y recursos en lengua de señas.
La importancia de la lengua de señas para la inclusión social
El Día Internacional de la Lengua de Señas es un recordatorio de la importancia de promover la inclusión social de las personas sordas. Las barreras de comunicación son uno de los principales obstáculos que enfrentan, y el desconocimiento o la falta de recursos para aprender la lengua de señas puede marginar a esta comunidad. Promover el uso y aprendizaje de la lengua de señas no solo facilita la inclusión, sino que también fomenta una sociedad más justa y equitativa.