Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación en julio y agosto de 2024 se situó en el 6.12%, una baja significativa en comparación con el 9.43% registrado en el mismo mes de 2023.
Esta tendencia descendente representa un alivio económico para los hogares de menores ingresos, quienes dedican un mayor porcentaje de su presupuesto a bienes y servicios básicos como alimentos y transporte.
Uno de los factores clave que han contribuido a este alivio es la reducción en los precios de los alimentos, que habían registrado incrementos históricos durante el último periodo del gobierno de Iván Duque.
Productos como el arroz, el aceite y las verduras han visto disminuciones notables en sus costos. De acuerdo con el DANE, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas no han subido de precio desde el mes de julio, marcando la mayor reducción con un -0.68% y cancelando mayormente los aumentos en otras categorías.
Además, el Gobierno ha implementado políticas específicas para apoyar a los sectores más necesitados. El presidente Gustavo Petro anunció la ampliación del programa de transferencias monetarias “Ingreso Solidario” a más de 4 millones de hogares, incrementando los montos entregados a familias en situación de pobreza extrema y vulnerabilidad.
Este programa, junto con la reducción de los precios de alimentos y otros bienes esenciales, ha proporcionado un respiro económico a los sectores más afectados por la inflación en los últimos años.
Durante el último reporte del DANE, se evidenció que el incremento en la inflación durante el mes de agosto se mantuvo igual al de julio, asegurando un 0% en el mismo. Por esta razón, el presidente ha solicitado al Banco de la República bajar las tasas de interés.
Aunque el Banco de la República ha mantenido una política monetaria restrictiva con el fin de controlar la inflación, las tasas de interés han sido elevadas para frenar el consumo y reducir la presión inflacionaria. Esta estrategia ha logrado contener el alza de precios sin afectar de manera desproporcionada a la economía.
La recuperación del peso colombiano frente al dólar también ha jugado un papel importante en esta tendencia. La moneda nacional ha ganado fuerza en los mercados internacionales, reduciendo el costo de las importaciones y, en consecuencia, alivianando la presión sobre los precios de los bienes de consumo.