La Procuraduría General de la Nación ha iniciado una investigación por presuntas irregularidades en la adquisición del software de inteligencia “Pegasus”, tras una denuncia presentada por el presidente Gustavo Petro.
El programa, que costó 11 millones de dólares, fue comprado por la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) y está señalado por su uso para interceptar comunicaciones de manera clandestina.
El presidente Petro denunció públicamente la adquisición de este software durante su alocución del 5 de septiembre de 2024, acusando a la Dipol de haber realizado la compra sin cumplir con las normativas adecuadas.
La Procuraduría ha solicitado a la Unidad de Análisis Financiero (UIAF) un informe detallado sobre el proceso de adquisición, así como sobre el rubro utilizado para financiar esta compra.
La Delegada Disciplinaria de Instrucción para la Fuerza Pública de la Procuraduría recaudará pruebas del proceso de contratación, así como detalles sobre el funcionamiento del software.
La Procuraduría busca determinar la responsabilidad de los funcionarios implicados en esta adquisición y esclarecer los fines de su uso dentro de la institución policial.
¿Por qué es importante hablar del escándalo alrededor de Pegasus; software utilizado para espionaje en América Latina?
Para nadie es un secreto que, durante el siglo XX, América Latina fue escenario de varios golpes de Estado, donde líderes políticos de derecha y ultraderecha, aliados con la CIA, trataron (y la mayoría lo logró) de derrocar gobiernos democráticos elegidos por el voto popular.
Estos golpes de Estado, no solo fueron orquestados por vía militar, sino también por medio del juego mediático, impulsado por los grandes medios de comunicación hegemónicos, financiados por grandes banqueros, empresarios y gobiernos como el de Estados Unidos, acorde con las investigaciones alrededor de la Operación Condor: “campaña de represión y desestabilización política y terrorismo de Estado respaldada Estados Unidos que incluía operaciones de inteligencia y el asesinato de opositores en Suramérica”.
Hoy, las vías de hecho ya no son viables para desestabilizar a los gobiernos y estigmatizar líderes políticos de izquierda. De hecho, entre los años 2002 y 2010, el DAS llevó a cabo un proyecto criminal de espionaje, donde realizaba campañas de desprestigio contra líderes políticos, como el actual presidente Gustavo Petro; periodistas como el gerente de RTVC, Hollman Morris; magistrados, organizaciones y defensores de Derechos Humanos; y hasta embajadas como la de Bélgica y España; según lo documenta Julian Martínez en su libro “chuzaDAS, ocho años de Espionaje y Barbarie”.
En el presente, y gracias al avance tecnológico, se desarrollan herramientas incógnitas como Pegasus, para tratar de desprestigiar a un gobierno elegido por más de 11 millones de colombianos.
Pegasus ha sido ampliamente criticado en América Latina por su uso en el espionaje de opositores, activistas y periodistas. En Colombia, se le atribuye su uso durante el estallido social de 2021 bajo el gobierno de Iván Duque para espiar a líderes políticos y defensores de derechos humanos; así como lo hizo el gobierno de Álvaro Uribe junto con el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).