Hablemos sobre el Trastorno Opositor- Desafiante, TOD
Salud. Por Danessa Bravo Duarte, psicóloga
¿Qué es el trastorno opositor- desafiante en niños, jóvenes y adolescentes?
También conocido como el trastorno negativista desafiante, se basa en patrones conductuales repetitivos y recurrentes que se caracterizan por ser hostiles, desobedientes ante las figuras de autoridad, presentan negativa para acatar reglas y normas, suelen tener poca tolerancia a la frustración y perder la calma con facilidad, tienden a ser discutidores y molestan a los demás de forma continua y deliberada, manejan comportamientos no cooperativos y episodios de irritabilidad.
Es importante mencionar, que cuando un profesional en salud mental se dispone a determinar que una persona posee este diagnóstico se debe realizar una evaluación completa. Por lo cual se debe indagar sobre ¿Cuándo debemos alertarnos? ¿Cuáles son los signos y síntomas?
- Tendencia a discutir, se irritan de manera continua y con facilidad.
- Son provocadores y pretenden desafiar las reglas impuestas, no acatan normas y/o límites.
- Son niños y adolescentes que no reconocen sus errores o malos comportamientos y buscan culpabilizar a los demás.
- Molesta a los demás de manera continua e intencional.
- Pueden incluir lenguaje soez que se ve acentuado cuando están enfadados.
- Poco control de los impulsos y de las emociones.
- Mienten e incumplen con sus responsabilidades.
- Suelen ser rencorosos o vengativos.
Este trastorno puede variar dependiendo de la gravedad.
Leve: Los síntomas se presentan en un solo entorno, este puede ser familiar, social o académico.
Moderado: Algunos síntomas se presentan en al menos dos entornos.
Grave: Algunos síntomas se presentan en más entornos.
Cabe resaltar que, en algunos niños, niñas y adolescentes, los síntomas suelen aparecer en un solo entorno y a medida que transcurre el tiempo se traslada a los demás.
Alteraciones generales.
Teniendo en cuenta que el trastorno opositor desafiante puede afectar diferentes áreas de la vida del paciente, este puede conllevar a:
- Problemas en el control de los impulsos.
- Bajo desempeño académico y/o fracaso escolar.
- Problemas para la socialización.
- Trastorno de consumo de sustancias psicoactivas.
Al igual que padecer de diagnósticos o sintomatología relacionada como:
- Trastorno de la conducta
- Trastorno depresivo
- Trastorno de ansiedad
- Trastorno del aprendizaje y de la comunicación.
¿Cuáles son algunos de los factores de riesgo?
- Pautas de crianza: Niños y adolescentes que han padecido de abuso o descuido, así como también pautas de crianza inadecuadas de tipo permisivo, o disciplina grave y contradictoria, al igual que comportamientos que pueden ser reforzados a través de la atención de los pares.
- Temperamento: Niños y adolescentes que se caracterizan por tener problemas para controlar sus impulsos y sus emociones, y/o tener fuertes reacciones emocionales, cómo una baja tolerancia ante la frustración.
- Problemas familiares: Niños y adolescentes cuya dinámica familiar es inestable, que conviven en entornos conflictivos o con familiar con diagnóstico de salud mental y/o consumo de sustancias. En mayor medida, estos pacientes suelen tener la base de sus síntomas en unas necesidades afectivas mal gestionadas.
¿Cuál es la línea de tratamiento a seguir?
- Psicoterapia individual: para dotar de herramientas que ayuden a aprender cómo identificar, controlar y gestionar las emociones de manera asertiva. Así como entrenamiento en resolución de conflictos, sustitución de pensamientos negativos e instalación de las habilidades sociales los cuales suelen ser objetivos terapéuticos básicos.
- Psicoterapia familiar y entrenamiento: se realiza psicoeducación frente a la enfermedad, entrenamiento en habilidades básicas parentales, entrenamiento en resolución de conflictos y comunicación asertiva.
- Psicoterapia grupal: se emplea para abordar y potenciar las habilidades sociales así como la identificación de recursos interpersonales.
- En ocasiones medicamentos o tratamiento psicofarmacológico, para aminorar síntomas si se presenta un diagnostico o síntomas relacionados. Es importante tener buena adherencia al tratamiento durante el tiempo estipulado por el médico psiquiatra.
Pautas para mejorar significativamente los métodos de crianza
- Dar a los niños y adolescentes instrucciones claras con un tono de voz moderado.
- Establecer límites, normas claras y alcanzables dentro del hogar.
- Favorecer la cultura del esfuerzo para conseguir las metas, ayudarles a ser funcionales en la vida diaria, pueden colaborar con algunas tareas delegadas dentro del hogar, trabajen en conjunto y establezcan rutinas.
- Establecer espacios de comunicación constructiva y emocional.
- Compartir tiempo de calidad en familia, pasar tiempo en compañía.
- No ceder ante las manipulaciones ni satisfacer de manera inmediata los caprichos.
- Reconoce y elogia las conductas positivas
- Demuestra el comportamiento deseado, así será mejor modelarlo.
- Piensa antes de actuar y evita las luchas de poder dentro del hogar. Intenta controlar las emociones que pueden generar las malas conductas.
- Fomenta una crianza positiva en un entorno armónico, de respeto, con relaciones positivas que promuevan la autoestima.