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¿Por qué se abusa del derecho en entidades del Estado?

Por Francisco España*

Muchas entidades del Estado no han entendido a la fecha que su función hace parte de un precepto constitucional que estoy cansado de machacarlo en mis conferencias e intervenciones académicas y son “Los fines esenciales del Estado” artículo 2 Constitución Nacional. Sí, con el tiempo se desdibuja la función propia del Estado y sus colaboradores llamados casualmente “servidores públicos”.

En efecto, el Estado por sí mismo no puede funcionar, ya que su naturaleza abstracta solo cobra vida por medio de sus empleados o funcionarios, ciertamente los fines del Estado se consiguen con sus instituciones y ellas están formadas por individuos, servidores públicos, del pueblo, que materializan la razón de ser del gran leviatán.

Si hay algo que puedo afirmar es que quien abusa no es el Estado, pues este es neutro (como el dinero) él solo obedece a impulsos humanos, el poder que recae sobre estos y como se canaliza es básicamente la raíz de todos los problemas, porque si se aplicara la Constitución de manera correcta estaríamos en uno de los países más garantistas y hermosos del mundo, no en vano nuestra carta política es catalogada como una de las mejores estructuradas a nivel internacional.

Un país donde se le dijo NO a la paz, un país donde los desacatos a tutelas algunas entidades se los pasan por la faja, uno donde la mayor parte de servidores públicos cree que las oficinas son una pasarela de moda antes que un centro de servicio; sí, vivimos en un país donde la Procuraduría es bastante dócil con los malos comportamientos de los funcionarios, uno donde se ve al ciudadano como el enemigo o alguien que molesta, ese chip de solución y prestación de servicio eficaz es el que perpetua los abusos del derecho.

¿Han reflexionado alguna vez sobre las injusticias y quién las resuelve?

Si un funcionario abusa del derecho o no cumple su labor de manera excelsa, entonces toca acudir a donde otro funcionario, sea juez, magistrado, defensor del pueblo, procurador delegado, fiscal, etc., pero ¿y si este es de la misma filosofía del primero? Está muy ocupado, está muy empoderado en la pasarela pública o simplemente ve como “un fastidio a los usuarios”, quizás falta un poco de sentido de pertenencia, quizás hay que recordarles que la palabra servidor público es igual que decir servir al público.

*Abogado litigante, columnista digital, profesor, conferencista, escritor en tránsito y seguros.

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