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Journalists wait at the Great Hall of the Peole for the closing ceremony of the 20th National Congress of the Communist Party of China in Beijing, China October 22, 2022. REUTERS/Tingshu Wang

Corea del Norte, China y los peores países para ejercer el periodismo, según RSF

El último informe sobre la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció este miércoles que China es “la mayor cárcel para profesionales de los medios y los defensores de la libertad de prensa”.

Así lo aseguró la organización en su clasificación anual de 2023, que evalúa la situación en 180 países y que fue difundida este miércoles con motivo del Día Mundial de la Libertad de la Prensa.

En su informe, RSF destacó un retroceso en ese derecho a nivel general, con solo tres de cada diez países con una situación “satisfactoria”.

Además, denunció que la desinformación, desde la propaganda hasta los contenidos creados por la inteligencia artificial, son una amenaza para la libertad de prensa en el mundo.

Esto encontró Reporteros sin Fronteras en su nuevo informe.

La libertad de prensa en el mundo

Las condiciones para el ejercicio del periodismo son “adversas” en 7 de cada 10 países y satisfactorias solo en 3 de cada 10, según la clasificación anual de la oenegé, que incluye 180 Estados y territorios.

RSF realiza esta clasificación en base al “recuento cuantitativo de los ataques cometidos contra los periodistas” y a un “análisis cualitativo” a partir de las respuestas de especialistas en libertad de prensa (periodistas, investigadores, profesores universitarios, defensores de los derechos humanos…) a un cuestionario.

Así, Noruega y Corea del Norte se mantienen en el primer puesto y el último, de acuerdo con la edición del informe de este año.

No obstante, uno de los cambios más significativos se da, según RSF, en Brasil, que tras la salida del expresidente Jair Bolsonaro, quien “atacó sistemáticamente a periodistas y medios durante todo su mandato”, subió 18 puestos hasta situarse en el lugar 92.

El efecto de la desinformación

La edición de 2023 hace hincapié en las consecuencias de la desinformación. En 118 países, es decir, en dos tercios de los evaluados en la lista, la mayoría de los expertos que han respondido al cuestionario reseñan “la implicación de actores políticos de sus países en campañas de desinformación masiva o de propaganda”, precisa la oenegé.

El texto señala “los dramáticos efectos” en la libertad de prensa de “la industria del engaño en el ecosistema digital”. “Es la industria que permite producir la desinformación, distribuirla o amplificarla”, dice a la AFP Christophe Deloire, secretario general de RSF.

Según RSF, además, el desarrollo de la Inteligencia Artificial generativa “ha sacudido al universo ya frágil de los medios” junto a actitudes como la de Elon Musk en Twitter, donde “ha llevado al extremo una lógica arbitraria y de censura”, lo que pone de manifiesto “las arenas movedizas” en las que se mueve el periodismo.

Otro fenómeno que afecta a la prensa son los falsos contenidos generados mediante inteligencia artificial (IA).

“Midjourney, un programa de IA que genera imágenes de muy alta definición, surte a las redes sociales de falsificaciones cada vez más verosímiles e indetectables”, recalca
RSF, enumerando los ejemplos de las falsas imágenes de la detención de Donald Trump “que se hicieron virales”.

La oenegé también advierte que “la industria de la desinformación esparce producciones manipuladoras a gran escala”, a través de empresas especializadas, a veces por cuenta de gobiernos.

“La información fiable está sumergida bajo un diluvio de desinformación”, abunda Deloire, para quien “cada vez vemos menos las diferencias entre lo real y lo artificial, entre lo verdadero y lo falso”. “Uno de los mayores retos es aplicar los principios democráticos en este gigantesco mercado sobre la atención y los contenidos”, estima.

Caídas y destacados

Este año, Noruega lidera la lista por séptimo año consecutivo, seguida por Irlanda, que se ha beneficiado del retroceso de Finlandia, causado por el caso de dos periodistas condenados por revelación de secretos de Estado, y por Suecia, penalizada por una nueva ley que dificulta la confidencialidad de las fuentes.

La situación de la libertad de prensa es “muy grave” en 31 países, “difícil” en 42, “problemática en 55 y solo en 52 es “buena” o “muy buena”, casi todos ellos en Europa.

Entre las caídas destaca Estados Unidos, donde pese a la buena voluntad de la Administración del presidente, Joe Biden, el asesinato de dos periodistas ha impactado negativamente su posicionamiento (45).

La concentración de medios en manos de oligarcas en India y la creciente represión de periodistas en vísperas de las elecciones en Turquía han hecho caer a esos dos países a la zona de situación “muy grave”, mientras que Irán prosiguió su descenso en medio de la respuesta del régimen a la muerte de la joven Mahsa Amini.

Importantes caídas se presentan también en Túnez, con el presidente Kais Saied “cada vez más autoritario” y Perú (pierde 33 puestos hasta el 110), “donde los periodistas pagan el precio de una inestabilidad persistente”.

Las buenas noticias llegan del lado de países como Australia, que gana 12 plazas, o Malasia, que progresa 40. El informe alerta de la situación de Alemania, que pierde cinco plazas en un año “récord” en actos violentos y detenciones de periodistas.

Los países con una peor situación

El último puesto de la clasificación recae, al igual que en años anteriores, en Corea del Norte, que “ejerce un control férreo de la información y prohíbe estrictamente el periodismo independiente” y donde “varios periodistas han sido detenidos, deportados, enviados a campos de trabajos forzados o asesinados por haberse desviado del relato del partido”.

China sigue a Corea del Norte como “la mayor cárcel de periodistas del mundo, con más de 100 actualmente en prisión, en condiciones muy duras”, subraya el informe.

RSF destaca que además de su condición de mayor carcelero, China “lleva a cabo una campaña de represión contra el periodismo y el derecho a la información en el mundo entero”.

“El régimen chino recurre a la vigilancia, la coerción, la intimidación y el acoso para impedir a los periodistas independientes rendir cuenta de los temas que juzga “sensibles”.


El trío de cola, ocupado exclusivamente por países asiáticos, lo cierra Vietnam, que baja del puesto 174 a 178 en la clasificación ante el aumento de detenciones y donde “el aparato asfixia cuidadosamente todas las iniciativas periodísticas que emanan de la sociedad civil”, según el informe.

RSF califica a Vietnam de “tercera mayor cárcel de periodistas del mundo”, por detrás de China y de Birmania, que ocupa el puesto 172 en el global y que “desde el golpe de Estado del 1.° de febrero de 2021 ha vuelto a ser un agujero informativo”.

El informe indica que “la profesión de periodista es extremadamente peligrosa en Birmania”, el país que más periodistas encarcela en relación a su población, con testimonios de torturas y al menos cuatro periodistas asesinados por la junta militar en el poder.

La situación en América Latina

Al tiempo, en el mapa de la libertad de prensa, la región de América Latina ya no tiene ningún país en verde, es decir con una situación “buena”. Costa Rica, que se mantenía como el último bastión, retrocede 15 puestos y se sitúa en el lugar 23º.

Perú, donde los periodistas “pagan un alto precio por la persistente inestabilidad política”, según la oenegé, cede 33 puestos hasta el 110º.

La organización también señala que México (128º) registra el mayor número de periodistas desaparecidos del mundo (28 en 20 años).

Entre los peores clasificados, siguen Nicaragua (158º; +2), donde “los periodistas independientes se ven obligados a trabajar en la clandestinidad o en el exilio”, según
RSF, y Cuba (172º; +1).

Venezuela se mantiene en la 159ª posición, y Honduras retrocedió cuatro posiciones, hasta la 169ª.

En los países donde el panorama político es menos inestable, la situación también ha empeorado a raíz del “uso de la desinformación y la propaganda, casi siempre ligado a la violencia en las redes contra periodistas y medios”, apunta el informe.

Uruguay (52º; -8) y Argentina (40º; -11) sufren el impacto de esta tendencia, cita.

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