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Falleció la escultora Sophia Vari, esposa del maestro Fernando Botero

La pintora y escultura Sophia Vari, esposa del maestro Fernando Botero desde hace más de 30 años, falleció este viernes, en Mónaco, Francia, a los 83 años, según le confirmaron a este diario fuentes amigas cercanas a la familia. Los motivos de su deceso aún se desconocen, pero fuentes aseguran que la griega padecía cáncer, hecho que la llevó a trasladarse desde la ciudad italiana Pietrasanta, a Mónaco.

Vari –nacida en Atenas, en 1940- conocida en el mundo artístico por sus esculturas figurativas de gran tamaño, se inició en el arte cuando tenía tan solo 16 años al pintar cuadros figurativos en óleo, inspirados en la técnica tradicional del barroco Rubens.

En esa época y durante diez años su camino fue el arte figurativo, porque, como le dijo en alguna ocasión “me formé con la idea de que un artista antes de encontrar su estilo debe saber dibujo clásico y un escultor tiene que saber hacer una cabeza perfecta. Yo estudié mucho esto y fue en la escultura que empecé la abstracción”.

Pero Rubens no fue el único que la influenció, por su vida también pasaron Dante y su Divina Comedia; así como el escultor inglés Henry Moore, Brancusi, Jean Arpy y hasta al mismo Botero.

Luego, su obra tuvo un giro, y como le comentó a este diario en entrevista “empecé a descubrir que yo era una escultora que pintaba. Mis colores ocres y tierras no me interesaban tanto como las formas, los espacios y los volúmenes”.

Sus primeras esculturas estaban muy alejadas del estilo de aquellas que la inmortalizaron como escultora abstracta: las elaboraba en yeso y al estilo renacentista.

Pronto, sentiría que la figuración la limitaba y encontraría su estilo propio. No es casualidad que tanto Vari como Botero trabajaran la escultura volumétrica, pues en parte, el trabajo de la griega estuvo influenciado por su esposo, con quien se casó en 1978.

“Sí. Digo la verdad: recibí la influencia de Fernando Botero porque antes de conocerlo sentía una gran admiración por él y por su trabajo. Entendí y me gustó su obra. Con el paso del tiempo todas esas influencias, incluyendo la de Fernando, se vinieron encima como un coctel y de ahí nació el estilo propio que tengo”, comentó Vari al preguntársele por la influencia del colombiano en sus primeros trabajos pictóricos.

Y aunque fueran esposos y escultores, cada uno trabaja de forma independiente, pues según decía Vari: “No quisimos compartir ningún estudio, pues el artista necesita su propio espacio, su intimidad, su silencio y su propio humor”.

Pero, al mismo tiempo, ambos miraban el trabajo del otro y eran bastante críticos sobre lo que veían, tanto que podían pasar horas hablando de una de sus obras.
“Fernando Botero es el mejor crítico de mi trabajo y eso me ayuda a la hora de realizar mis esculturas. Es muy duro en sus comentarios, pero pienso que lo que nos ocurre es un milagro: es la más grande felicidad que he tenido en mi vida”, agregó Vari en la misma entrevista.

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