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“Hay que romper el silencio”: la historia de una víctima de violencia sexual que defiende el derecho de las mujeres en Colombia

Luderlinda Pérez Carvajal fue violentada sexualmente en dos oportunidades en el marco del conflicto armado colombiano. Desde 2009 es reconocida por su labor como promotora de paz y defensora de derechos humanos de comunidades víctimas de la violencia en el país.

Esta colombiana nació en el departamento del Meta, ubicado entre la región Andina y la Amazonía, una zona estratégica que lo hizo por años el epicentro de enfrentamientos sangrientos entre grupos guerrilleros, paramilitares y la Fuerza Pública.

Allí Luderlinda Pérez vivió en carne propia los horrores de la guerra que tras varios años de sufrimiento y terapia psicosocial la llenaron de valor para darle voz a otras miles de mujeres a las que el conflicto también les había arrebatado parte de sus vidas.

“He iniciado una travesía en busca de ser escuchada, de ser reconocida bajo esta realidad y en el camino he conocido entidades como la Defensoría del Pueblo de la que de la mano pude romper el silencio e ir más allá desde una formación ya en género que me permitió replantear mi postura y ser vocera de aquellas mujeres que han depositado en mí ese voto de confianza”, expresó.

Ludirlena Pérez Carvajal, es la representante de la Asociación de Mujeres Víctimas del Conflicto (Gestionando Paz), una red que acoge y defiende desde 2009 los derechos de más de 7.000 mujeres que han sufrido la guerra en el país.

“El 90 % de las mujeres que agrupamos Gestionando Paz han sido víctimas de violencia sexual, ablación, canibalismo, empalamiento y trata de personas. Esta organización ha traído distintos beneficios para las mujeres, hemos trabajado desde la educación porque le apostamos 100 % a la educación como fuente transformadora de realidades”, comentó a la Voz de América.

Tras más de 20 años de haber sido víctima de abuso sexual por parte de integrantes de la extinta guerrilla de las FARC, a los 16 años, y tres años después por miembros del Bloque Centauros de los paramilitares, Luderlinda no olvida esos hechos que la han llevado a desarrollar una importante labor social.

“Estos dos hechos de violencia sexual de los que fui víctima me llevaron a conocer una realidad por la cual hoy lucho día a día para que quienes han vivido estas prácticas en desarrollo del conflicto armado tengan acciones que contribuyan a su reparación y dignificación”, dijo Pérez a la VOA.

A su vez conminó a más mujeres víctimas a “romper el silencio porque es un arma del victimario”.

En la actualidad, Gestionando Paz ha desarrollado varios proyectos productivos y numerosas campañas para asegurar la reparación y garantías de no repetición a estas mujeres que, como ella, no decidieron ser víctimas del conflicto.

“Hemos podido empoderar a la mujer para la exigibilidad de sus derechos desde el acompañamiento psicosocial y jurídico. También hemos podido incidir en la política pública para que nuestras voces tengan un marco normativo real y eficiente. Hoy estamos trabajando para poder presentar una propuesta de ley que repare integralmente a las víctimas de violencia sexual y a nuestros hijos e hijas nacidas bajo este hecho”, concluyó.

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