Rusia pone en servicio un misil intercontinental capaz de superar escudos de defensa

Rusia puso en servicio el misil intercontinental Bulavá de emplazamiento marítimo, uno de los pilares de la tríada nuclear rusa y que es capaz de superar el escudo antimisiles de Estados Unidos, anunció este martes su constructor general, Yuri Solomónov.
El decreto correspondiente fue firmado el 7 de mayo por el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró a la agencia TASS.
El Instituto de Termotecnia de Moscú desarrolló desde 1998 ese misil, que tiene un alcance de 9.000 kilómetros y puede portar entre 6 y 10 ojivas nucleares.
Los Bulavá (SS-NX-30, según la clasificación de la Otán) son lanzados desde submarinos atómicos de última generación (proyectos Boréi).
En total, según el portal Meduza, se efectuaron 40 lanzamientos de prueba con este misil, siete de los cuales fueron declarados fallidos.
Los repetidos fallos en los ensayos de los Bulavá obligaron a retrasar durante años su producción en serie, lo que incrementó notablemente el gasto, ya que el desarrollo de esos misiles suponía una gran parte del presupuesto armamentista.
Siete submarinos capaces de portar hasta 16 cohetes Bulavá se encuentran a día de hoy al servicio de la Armada rusa.
Los Bulavá (maza en ruso) son junto a los misiles Tópol de emplazamiento terrestre una de las tres patas del arsenal nuclear ruso, junto a los bombarderos nucleares y los submarinos atómicos.
Rusia siempre ha confiado en que los Tópol y los Bulavá le permitan mantener la paridad nuclear con Estados Unidos por lo menos durante el próximo medio siglo.
Con todo, en los últimos años el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado priorizar el desarrollo de armamento hipersónico.
El ejército de Rusia sigue martillando a las tropas de Ucrania
En el terreno de la invasión en Ucrania, los combates continuaron este lunes en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, donde el ejército ruso lanzó una ofensiva y tomó decenas de kilómetros cuadrados, pero Kiev afirma que está resistiendo y que reforzó la zona.
Las fuerzas rusas cruzaron la frontera el viernes en una ofensiva hacia Lipsi y Vovchansk, dos localidades situadas respectivamente a unos 20 y unos 50 kilómetros al noreste de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania.
Las autoridades de Kiev llevaban semanas advirtiendo que Moscú podría intentar atacar las regiones fronterizas del noreste, mientras Ucrania sigue esperando la llegada de ayuda occidental y sufre de una escasez de soldados.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró en un discurso por la tarde que sus tropas están lanzando “contraataques” y que el sector estaba siendo reforzado. “Estamos destruyendo la infantería y los equipos del ocupante”, aseguró.
Zelenski reportó también “grupos de sabotaje” y “ataques” contra las regiones fronterizas de Sumy y Cherniguiv, en el norte de Ucrania.
En una entrevista con la AFP, el jefe de la seguridad nacional ucraniana, Oleksandr Lytvynenko, indicó que “más de 30.000 soldados” rusos participan en la ofensiva en la región de Járkov.
No obstante, aseguró que de momento no pesa ninguna “amenaza” sobre la ciudad de Járkov, situada a unos 30 kilómetros de la zona de combates y que antes de la invasión rusa tenía cerca de un millón y medio de habitantes.