La tecnología ha conseguido tener un efecto significativo en distintos sectores de la existencia humana, incluida la salud mental. Esto se debe en gran medida al grado de interacción con dispositivos digitales, lo cual puede incidir directamente en cómo nos sentimos, actuamos o pensamos.
En este marco, la digitalización ha originado conceptos como la ansiedad digital, esa emoción que puede surgir del consumo excesivo de contenido en línea. Sin embargo, ¿cómo se reconoce?
Entre los rasgos vinculados a este padecimiento se halla el Fear of Missing Out (Fomo). Este temor se define como el miedo a perderse datos o eventos relevantes y se ha visto potenciado por el uso de las plataformas sociales.
Como lo describió a National Geographic Guilherme Spadini, psiquiatra y máster en Ciencias de la Universidad de São Paulo (USP), el Fomo se asocia con la accesibilidad ininterrumpida, la comparación social, el peligro de exposición social y la pérdida de estatus social, conductas que pueden desencadenar sentimientos de insuficiencia y baja autoestima.
Además, el exceso de información puede resultar en lo que se denomina efecto ‘goldfish’. O sea, el desafío que implica mantener la atención durante lapsos extendidos, lo cual puede hacer a uno más vulnerable al estrés y la ansiedad.
“La inmediatez y disponibilidad constante de estas formas de comunicación generan mucha ansiedad, frustración (por expectativas poco realistas), comparaciones, etcétera. Hay evidencias de que su uso frecuente está directamente relacionado con una mayor ansiedad”, afirmó Spadini.
Sugerencias para enfrentarlo
Si se padece ansiedad por estar expuesto a una saturación de contenido digital, los especialistas sugieren fijar un cronograma para llevar a cabo tareas puntuales como contestar mensajes o emails.
Igualmente, se recomienda implementar descansos planificados durante las actividades cotidianas y repartir el tiempo en otras prácticas como el ejercicio físico, la meditación o la lectura para así conceder un respiro.
También se subraya la importancia de preservar una adecuada higiene del sueño, lo cual implica evitar el uso del teléfono móvil antes de dormir.