Por: Jairo Aníbal Doria
La reciente convocatoria de la Selección Colombia para las Eliminatorias al Mundial 2026 ha dejado un sabor amargo en Tierralta, Córdoba, y en los corazones de miles de aficionados colombianos.
Miguel Ángel Borja, el goleador imparable de River Plate y orgullo de la región cordobesa, ha sido sorprendentemente excluido de la lista de convocados por el entrenador Néstor Lorenzo.
Esta decisión ha causado un profundo malestar en la afición. Borja ha demostrado ser una pieza clave en el ataque, destacándose no solo por sus goles, sino también por su dedicación y entrega en cada partido.
Su impresionante rendimiento, que lo ha posicionado como uno de los delanteros más efectivos en el fútbol sudamericano, parece insuficiente para asegurar un lugar en la Tricolor.
Sin embargo, según el reconocido periodista deportivo Carlos Antonio Vélez, el cuerpo técnico de la selección ha justificado su ausencia argumentando que Borja no se ajusta a la estrategia de Lorenzo, quien prioriza la contribución de los jugadores en el campo, incluso sin el balón.
La falta de explicaciones claras, amparadas en su discrecionalidad, por parte de la Federación Colombiana de Fútbol y del propio Lorenzo alimenta aún más el sentimiento de injusticia, sobre todo al ver que otros jugadores, con menos peso ofensivo, sí han sido incluidos en la convocatoria.
En Tierralta, la tristeza es palpable. El pueblo que vio crecer a Miguel Ángel Borja y que ha celebrado cada uno de sus éxitos, hoy se siente solidariamente relegado y desconcertado.
¿Se trata de una cuestión de discriminación o existe algún motivo oculto que la afición no conoce?
La selección de jugadores para representar al país siempre ha sido un proceso complejo y subjetivo, pero cuando se deja fuera a un jugador con los méritos y la trayectoria de Borja, bien caería una explicación.
No se trata de criticar o cuestionar la autoridad del entrenador ni la de la federación, sino de entender los criterios que llevan a tomar decisiones que impactan no solo a los jugadores, que en lo deportivo defienden con altura y orgullo los colores patrios, sino también a millones de hinchas que ven en la Selección Colombia, un reflejo de sus sueños y aspiraciones.