El país está ad portas de unas elecciones presidenciales. Quien lo creyera ante el paso inclemente del tiempo y afectada nuestra cotidianidad por la pandemia que hace ver que su paso fuere más lento.
Definitivamente nos encontramos divididos, polarizados dirían algunos entre dos vertientes del discernimiento político. Dos posturas históricas que siempre están por encima de los preceptos de los Partidos. La Derecha y la Izquierda.
Aunque gramaticalmente se ha expresado la existencia de Centro Derecha y Centro Izquierda.
Unos llegaron más allá y hablaron de la Tercera Vía, la del ex Primer Ministro Británico Tony Blair, cuya vigencia se constata con la vida política actual en Inglaterra y mentor del ex presidente Santos con los resultados a la vista en Colombia.
Juan Carlos Rodríguez, codirector del Observatorio de la democracia, explica que clasificar a los partidos de Colombia en una posición ideológica es difícil debido a que son máquinas electorales por encima de aparatos ideológicos. “En esa medida, los partidos pueden cobijar, dentro de su mismo partido, posiciones muy distintas”.
No obstante vemos agrupaciones políticas fuertes y con tradición, el Partido Conservador y el Partido Liberal, los antagonistas históricos, quienes se resisten a perder su rol importante en las decisiones políticas que marcan nuestra actividad diaria.
El Conservatismo, siempre dentro de las líneas y preceptos de la derecha. El “conservador condena todo acto contra el orden constitucional, contra la legalidad, contra la moral, contra la igualdad, contra la tolerancia, contra la propiedad y contra la civilización sea quien fuere el que lo haya cometido”.
Surge el Partido Centro Democrático como producto de una coyuntura en la vida democrática del país, liderado por el ex presidente Alvaro Uribe. Allí se conjugan varios matices pero con un solo fundamento que es el de preservar las instituciones democráticas y no siendo ajeno a las génesis de los Partidos Políticos tradicionales.
Existen otros movimientos políticos, con importancia e injerencia, que coinciden con esas políticas y que se podrían establecer como parte de la Derecha colombiana.
En cambio, el Partido Liberal promulga el principio fundamental “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario, en contraste con las formulaciones neoliberales que promueve el capitalismo salvaje”. ¿Sería catalogado como centro izquierda?
Dos posturas antagónicas pero unidas en el entorno político de una sana convivencia. La U y Cambio Radical tiene su génesis en el Liberal.
Entonces, los Partidos de la izquierda o como se pretenden llamar “alternativos”. Están unidos como una “colcha de retazos”, allí confluyen matices irreconciliables que históricamente han existido a nivel mundial dentro de esos lineamientos ideológicos, unidos al tan criticado Partido FARC que llegan a “revolver” el sistema.
Ya se habla de la candidatura presidencial de Gustavo Petro por la UP y las declaraciones de Sergio Fajardo anunciando para el 2022 el gobierno de los “alternativos”.
El panorama electoral se centra en las dos posiciones en que se encuentra dividido el país. ¿Qué queremos los colombianos?
Una izquierda que ha manifestado destruir la economía y el estamento, que aplica la combinación de luchas de clases como principio para gobernar o la derecha que promulga en mantener vigente la democracia y el establecimiento.
Hoy vemos cómo la izquierda continúa con su campaña de descrédito del actual gobierno para capitalizar a su favor situaciones.
Ellos le apuestan a que le vaya mal al Presidente Duque, sin darse cuenta que si ello ocurre, todos perderemos con ese afán de obtener el poder que no pudieron lograr por las vías armadas irregulares, lo están buscando por la vía democrática, lo que no es repudiable, pero son sus métodos lo que así lo hace.
A pesar del incremento de sus votantes, ayudados por una juventud racional, pero adoctrinada, desde los colegios; poco a poco militantes activos, la sociedad colombiana debe estar pendiente para que eso no ocurra.
Por supuesto que el gobierno tiene toda esa responsabilidad, debe hacer una política que llegue a las personas y realizar ejecutorias sociales.
Comparto plenamente el pensamiento de Juan Carlos Gossain al establecer que la responsabilidad de un buen gobierno es exclusiva del Presidente.
Igual compromiso tiene la clase política de los partidos de gobierno que deberían ser conscientes de la actualidad y actuar en consecuencia a los nuevos hechos políticos que aglutina una juventud ávida de conocimiento y de transformaciones en las costumbres políticas.
Colombia no está preparada para la llegada de un gobierno de izquierda, por múltiples razones y la principal es el odio político y hasta personal de sus activistas con la democracia y los estamentos.
Debemos cambiar, debe cambiar el gobierno y deben cambiar nuestros dirigentes, para poder mantener una democracia participativa dentro de los cánones de responsabilidad y orden institucional.
Hay que tener en cuenta que para existir, en la práctica, una nueva política, una política social que no abandone a sus ciudadanos, y de esa manera la única manera para evitar que la izquierda se tome al país, es lograr un consenso que aglutine todas las fuerzas “conservadoras” dispuestas a presentar al país serias soluciones tanto políticas como económicas para enfrentar unas elecciones que se van a caracterizar por el pulso democrático con la izquierda.
Hacer campaña en oposición al gobierno es muy fácil dado que la crítica de las actuaciones están desprovistas de responsabilidad administrativa en la toma de las decisiones.
Hoy por hoy no debemos propiciar una situación que hasta hace unos años se veía irreal.
La tendencia en el mundo es mirar a la derecha sin llegar a un populismo exagerado. Aunque como consecuencia, las formaciones políticas de extrema derecha cada vez tienen mayor representación en los parlamentos en Europa pero es necesario establecer donde empieza la derecha y donde termina la extrema derecha, ambas necesaria para una democracia amenazada.
El país necesita una responsabilidad pero con firmeza en la toma de decisiones que conlleva a un Estado fortalecido no solo por la democracia sino por sus ejecutorias.
“En política, la derecha es el segmento del espectro político que cree que determinados órdenes sociales y jerarquías son inevitables, naturales o deseables, apoyándose por lo general sobre la naturaleza humana, el derecho natural, la economía o la tradición”. es.m.wikipedia.org
Colombia NO está preparada para un gobierno de izquierda, pero esa responsabilidad la debemos tener todos para evitar que eso ocurra, aunque sea democrática pero es inconveniente. Además no refleja el pensar de la mayoría de los colombianos.
En la responsabilidad de la política y de sus ejecutores recae la necesidad de fortalecer las instituciones.
Nota al margen: Debemos promulgar por la unión o consenso alrededor de un candidato de la Derecha con la Centro Derecha. Se debe contar por consiguiente con un gobierno coherente y decidido para evitar la desestabilización del país que le apuestan algunos.
“Ab Iove principium – Empezar con lo importante”. Publio Virgilio Marón.
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