A Propósito de… Gobiernos conservadores
Antes de la elección popular de gobernadores, el Partido Conservador en Córdoba tuvo una importante participación en las designaciones de los gobernadores por los distintos Presidentes de la República, siguiendo la tradición desde los albores de la creación legal de Córdoba.
No podemos dejar pasar por alto que los primeros mandatarios fueron miembros del PC, los doctores Remberto Burgos Puche y Manuel Antonio Buelvas.
Es de anotar que hicieron parte del gobierno conservador en Córdoba además de los anteriores y de manera sucesiva los doctores Miguel García Sánchez y Eusebio Cabrales Pineda.
Hay que resaltar igualmente a Donaldo Cabrales Anaya y José María Cabrales Espinosa; Néstor Padrón Guzmán y Ramón Martínez Vallejo.
Desde 1964 hasta 1969 se volvió a repetir la historia con los gobernadores conservadores Ramón Berrocal Failach; Amaury García Burgos y Alfonso Ordosgoitia.
No escapó de ese privilegio, el doctor Gastón Berrocal Canabal, único ex gobernador conservador que se conserva con vida en estos momentos.
Fue designado por el Presidente Julio César Turbay Ayala como el vigésimo cuarto gobernador en el año 1981. Médico de profesión como Ortopedista. A parte de su vida política, es socialmente un caballero, todo un gentleman de las buenas costumbres.
Me une una amistad heredada de mi padre, que él ha sabido corresponder generosamente.
Tuvo importancia y relevancia en esta época la figura del ex gobernador Gastón Berrocal con su complacencia y buena voluntad, en un gobierno que “Pepita de Arco” hubiera definido como efímero, pero con talante conservador que permitió al partido hacer nuevamente una seguidilla con los gobiernos de Simón Gómez Villadiego; Ramiro Sánchez Kerguelén y Julio César Zapateiro Rodríguez.
Eso denota en esa época la gran influencia de nuestra dirigencia política conservadora que permitió contar con el concurso de tan preclaros gobernadores.
Desde 1984 con Julio César Zapateiro, el partido conservador, con excepción del encargo a Benito Osorio Villadiego por poco días, no tiene “huésped” en el Palacio de Naín y aún más con la llegada de la elección popular que ha impedido dada las condiciones alcanzar un triunfo electoral.
Se perdió la oportunidad como consecuencia de la división conservadora de alcanzar el éxito con la candidatura de Rodrigo García Caicedo (1992) que, por una pequeña diferencia, hizo gobernador a Jorge Manzur. En esas elecciones se eligió a Juan González Petro como alcalde conservador para Montería, el Partido hubiese tenido dos triunfos históricos.
Esta reflexión sirve para dejar una constancia histórica como paradigma de cómo se debe hacer una verdadera política.
La reflexión obligada es establecer las causas por las cuales el Partido Conservador no es opinión de poder para la gobernación y mantiene su hegemonía en la alcaldía de Montería.
No consideran necesario dar oportunidad a esos excelentes mandatarios de nuestra ciudad que han contribuido a su progreso y desarrollo, para dirigir los destinos de nuestro departamento.
La explicación es de Mecanica electoral, se requiere acudir a una coalición, pero habría que renunciar a la alcaldía de Montería. El Partido Conservador debe dejar de ser “la fuerza que decide” para ser “ la fuerza que elige”.
Nota al margen. Conocí a Do. Guido Bianchi, vecino de mi casa paterna en La Julia, allá por los años 60. Lamento su fallecimiento, gran señor y empresario. Paz en su Tumba.
ivitas abscondi supra montem posita – “Una ciudad sobre un monte no se puede esconder”
