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Hablemos sobre el síndrome de Asperger

Por: Alexandra Zafra Galvis, psicóloga y especialista en Psicología Clínica

¿Qué es el síndrome de Asperger?

Se puede entender al Síndrome de Asperger como un trastorno de desarrollo que se incluye dentro del espectro autista (TEA), Aunque los síntomas se presentan a una edad temprana, el síndrome de Asperger se suele diagnosticar cuando el niño está en edad escolar.

¿Cuáles son los signos del síndrome de Asperger?

Principalmente afecta la interacción social mutua, la comunicación verbal y no verbal, presentan dificultad y resistencia para aceptar el cambio de situaciones o acciones comunes y habituales, inflexibilidad del pensamiento y presentan gustos e interés por actividades inusuales.

Los niños y adultos con el síndrome de Asperger podrían:

  • Tener problemas para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos.
  • Tener dificultades para entender el lenguaje corporal.
  • Evitar el contacto visual.
  • Desear estar solos; o querer interactuar, pero no saber cómo hacerlo.
  • Tener intereses muy específicos, a veces obsesivos.
  • Hablar solo acerca de ellos mismos y de sus intereses.
  • Hablar de forma poco usual o con un tono de voz extraño.
  • Tener dificultad para hacer amigos.
  • Tener rituales que se niegan a cambiar, como una rutina muy rígida para irse a dormir.
  • Realizar movimientos repetitivos o extraños.

¿Cuáles son los síntomas del Síndrome de Asperger?

Según los criterios diagnósticos de DSM IV:

A. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes características:

(1) importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social

(2) incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros apropiadas al nivel de desarrollo del sujeto (3) ausencia de la tendencia espontánea a compartir disfrutes, intereses y objetivos con otras personas (p. ej., no mostrar, traer o enseñar a otras personas objetos de interés)

(4) ausencia de reciprocidad social o emocional

B. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y estereotipados, manifestados al menos por una de las siguientes características:

(1) preocupación absorbente por uno o más patrones de interés estereotipados y restrictivos que son anormales, sea por su intensidad, sea por su objetivo

(2) adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales

(3) manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo)

(4) preocupación persistente por partes de objetos

C. El trastorno causa un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, laboral y otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. No hay retraso general del lenguaje clínicamente significativo (p. ej., a los 2 años de edad utiliza palabras sencillas, a los 3 años de edad utiliza frases comunicativas).

 E. No hay retraso clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo ni del desarrollo de habilidades de auto ayuda propias de la edad, comportamiento adaptativo (distinto de la interacción social) y curiosidad acerca del ambiente durante la infancia.

F. No cumple los criterios de otro trastorno generalizado del desarrollo ni de esquizofrenia.

¿En qué se diferencia el síndrome de Asperger al trastorno del espectro Autista?

Los niños con síndrome de Asperger no tienen retrasos del lenguaje, y por definición, tienen un coeficiente intelectual (medición de inteligencia) al mismo nivel o superior al de la mayoría de los niños.

Los niños con otros trastornos del espectro autista pueden tener un retraso del lenguaje y un coeficiente intelectual de cualquier nivel.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con Síndrome de Asperger?

  • Utilice un lenguaje e instrucciones simples
  • Explíqueles por qué deben mirarle cuando usted les habla, deles ánimo, proporcione alabanzas para cualquier logro, especialmente cuando utilizan espontáneamente una habilidad social.
  • Practique la “Toma de Turnos” en la mayor cantidad posible de actividades tanto en los juegos como en el hogar.
  • Prepáreles de antemano para cualquier cambio y proporcione índices de alerta cuando usted desee que termine una tarea. Ej.: “Cuando termines de colorear esto, saldremos de compras”.
  • Intente introducir una cierta flexibilidad en su rutina. Si aprenden temprano que las cosas cambian y, a menudo sin aviso, eso puede ayudar.
  • Intente identificar los “disparadores de la tensión”, evítelos si es posible, esté preparado para distraerles con alguna alternativa, por ejemplo “Ven a ver esto… ” etc.

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