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La importancia del cuidar el sueño de los niños y niñas con trastornos del neurodesarrollo

Salud. Por Ips Niños de papel:

El sueño es un estado fisiológico que conlleva la abolición periódica de la conciencia vigil y la reducción de las respuestas a los estímulos ambientales. Se trata de un fenómeno rítmico y reversible, que se acompaña de cambios en diversas funciones. En los niños, el sueño sigue un proceso de desarrollo que se inicia en la etapa fetal, que experimenta modificaciones durante los primeros años de vida, y que declina y se deteriora en la vejez. En el período neonatal, el patrón sueño-vigilia es ultradiano y hacia los 6 meses de vida evoluciona hasta adoptar un patrón circadiano.

La fase REM del sueño es de gran importancia en los primeros meses de vida, ya que interviene en la maduración de la corteza cerebral. En esta fase se producen procesos neuroendocrinos y de transmisión neuronal, así como de síntesis proteica, que pueden ser significativos en la correcta integración de los diferentes sistemas que
operan en el sistema nervioso central (SNC).

Las diferentes alteraciones del SNC provocan un grave trastorno en la estructura del sueño de los niños. Éstos no pueden o les resulta extremadamente difícil realizar el proceso de cambio de ritmo ultradiano a circadiano. No duermen las horas necesarias, están más inquietos e irritables, les resulta difícil dormir sus siestas, se duermen en momentos inadecuados, etc. Esto provoca dificultades de conciliación del sueño, despertares precoces, múltiples despertares nocturnos o sueño de corta duración, entre los problemas más frecuentes, pero también puede suponer una duración del sueño demasiado corta o un insuficiente poder reparador de éste. Las principales consecuencias del insomnio en los niños son llanto fácil, irritabilidad, mal humor, falta de atención, posibles problemas de crecimiento, fracaso escolar, inseguridad, timidez y mal carácter. Estos trastornos de sueño poseen una alta prevalencia, pero con frecuencia pasan desapercibidos para el médico. La evaluación del sueño debe formar parte de la asistencia sistemática en la valoración clínica de los niños con trastorno del neurodesarrollo, con el fin de realizar un diagnóstico y un tratamiento adecuados a cada caso que ayuden a mejorar la calidad de vida del niño y de su familia.

Pero como relacionamos los trastornos del sueño y los trastornos del neurodesarrollo? La relación es compleja y puede enfocarse desde diferentes puntos de vista. En primer lugar, los trastornos del sueño primario, como el síndrome de apnea-hipopnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas (SPI), el síndrome de movimiento periódico de las extremidades (SMPE) o la narcolepsia, pueden causar una sintomatología similar a la del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), como falta de atención, hiperactividad y conductas disruptivas por un control deficiente de los impulsos en los niños que los presentan. En el autismo, por ejemplo y en general en todos los trastornos generalizados del desarrollo, también son frecuentes los trastornos del sueño, como lo son el insomnio y los despertares nocturnos.

Tal vez nosotros como adultos identificamos que estamos teniendo alteraciones del sueño porque nos sentimos agotados, estresados, cansado, no estamos rindiendo en el trabajo, etc, pero debemos tener en cuenta que las alteraciones del sueño en los niños se manifiesta de manera diferente, mostrando una sintomatología paradójica como labilidad emocional, irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, trastornos de conducta y agresividad. Por otro lado, es importante tener en cuenta que los trastornos del sueño afectan al funcionamiento diurno de estos niños. La identificación y el tratamiento de los trastornos del sueño en los niños con trastornos del neurodesarrollo hacen que mejore de forma significativa su calidad de vida durante el día.

Entonces vamos respondiendo al postulado inicial sobre la importancia de cuidar el sueño de los pacientes que padecen algún trastorno del neurodesarrollo, pero nos preguntamos cómo cuidamos su sueño? Es muy sencillo y no se necesitan formulas mágicas ni tratamientos costosos.

El tratamiento de las alteraciones del sueño en niños con trastornos del neurodesarrollo se basa en las medidas higiénicas, adopción de pautas de modificación de conducta y también del uso de tratamiento farmacológico con la finalidad de minimizar el impacto de las alteraciones del sueño en el niño. Los hábitos de sueño erróneos se han relacionado con irritabilidad, autolesiones, negativismo y agresión; es por ello, que mejorar nuestros conocimientos sobre el sueño y sus problemas en cuanto a etiología, prevención y tratamiento en estas poblaciones, es de la mayor importancia. En sentido contrario, la mejoría del sueño mediante el incremento de la higiene del sueño (especialmente el cuidado de las tecnologías) favorece una mejoría en la conducta de los niños con trastornos del neurodesarrollo. Estos problemas relacionados con el sueño no solo afectan al sujeto portador del trastorno del neurodesarrollo sino de manera importante a todo su entorno familiar. Estos efectos negativos de los problemas del sueño afectan la cognición y la conducta incluso años después de su desaparición. De manera que, un tiempo de sueño adecuado y de buena calidad es fundamental para un desarrollo satisfactorio. Como recomendaciones exponemos lo siguiente:

 Higiene del sueño: La higiene del sueño y sus rutinas favorecen una buena calidad de sueño y abarcan tanto acciones realizadas para iniciar el sueño como los hábitos de vida, entre los que destaca el uso de la tecnología; los
niños con trastorno del espectro autista (TEA), por ejemplo, están diariamente más tiempo que sus contemporáneos con desarrollo estándar delante de las pantallas con videojuegos, si bien pasan menos tiempo en “redes sociales”. La influencia negativa del uso de la tecnología en tiempo cercano a la hora de acostar es mayor en niños con trastornos del neurodesarrollo que en niños con desarrollo estándar.

 Ajustar las horas de inicio de sueño a las necesidades individuales de sueño: evitar siestas muy tardías en el día, ya que pueden ocasionar una escasa carga de sueño en la hora de acostar (homeostasis del sueño) y un retraso del inicio
de sueño.

 Ajustar el tiempo en cama/cuna a la necesidad individual de sueño.

 Ayudar al niño a dormirse por sí mismo: fase de la desactivación (previa a la rutina del sueño). Antes de acostar al niño, evite: juegos estimulantes, activación cognitiva, luces brillantes, sonidos fuertes para preparar al niño al sueño. Implementar rutinas del sueño semejantes todos los días.

Recuerde, cuidar el sueño de nuestros niños y niñas especialmente con trastornos del Neurodesarrollo es importante, porque nos garantiza una adecuada crianza y ajuste de buenos hábitos para su adolescencia y adultez.

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