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La Reforma Pensional que puso a arder las calles de Francia

París. La aprobación a pupitrazo del presidente Emmanuel Macron a la reforma pensional en Francia, ha desencadenado la agudización de las protestas en ese país por una medida que busca aumentar la edad para acceder a a pensión en dos años más y, tan solo en las protestas de este jueves, 441 policías y gendarmes fueron lesionados y 457 personas detenidas por las autoridades francesas.

Las imágenes de las calles ardiendo, barricadas encendidas, multitudes en las plazas y agresiones de la Policía a los manifestantes han llenado las imágenes de los noticieros en el mundo y obligaron a aplazar una visita prevista del rey Carlos III, a solicitud del mismo Emmanuel Macron.

“No seríamos serios y pecaríamos de falta de sentido común si proponemos al rey y a la reina consorte [Camila] venir para una visita de Estado en medio de las manifestaciones”, dijo Macron en rueda de prensa en Bruselas, al término de una cumbre europea.

Manifestantes incendiaron incluso el acceso a la alcaldía de Burdeos, ciudad que Carlos III y Camila visitarían el martes. Un homenaje en el Arco del Triunfo de París y una cena en el Palacio de Versalles completaban la agenda que tuvo que ser cancelada.

La oposición reaccionó rápidamente al anuncio presidencial. El derechista Éric Ciotti criticó que el gobierno “no sea capaz de garantizar la seguridad de un jefe de Estado” y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon celebró que la “censura popular” acabara con “la cena de reyes en Versalles”.

A las revueltas y las protestas se suma la emergencia sanitaria que afecta a París y otras ciudades de Francia por la huelga de los recolectores de basura que ya llevan más 10 días, y que dejan, hasta la fecha, 10 mil toneladas de deshechos sin recoger.

Piden ser escuchados

En medio del rechazo a la propuesta pensional de Macron, que consiste en que los trabajadores ya no se pensionarían a los 62 años sino a los 64 y que, además, deban cotizar desde el 2027 en adelante por 43 años y no por 42 como estaba establecido, los sindicatos enviaron nuevamente un mensaje al mandatario francés: que se siente a escuchar las propuestas del “pueblo” y le ponga freno a la reforma, al menos mientras se sientan las bases para discutir.

Laurent Berger, líder de la CFDT, el principal sindicato en Francia, propuso a Macron “un tiempo de escucha, de diálogo y de poner en pausa la reforma de las pensiones” durante seis meses.

Sin embargo, Macron hizo oído sordos y les respondió que el país no puede frenarse, y les recalcó a protestantes y sindicatos que la reforma debe continuar su camino ante la falta de recursos que garantice un futuro pensional.

“El país no puede detenerse, seguimos avanzando”, subrayó el presidente, aunque no cerró la puerta del todo a los diálogos con los trabajadores.

La negativa de Macron encendió aún más los ánimos, y desde Bruselas, el mandatario francés aseveró que no cederá a la violencia, aunque las fuerzas oficiales están en la mira por las denuncias de la brutalidad policial contra los manifestantes

(Agencia AFP)

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