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Jair Bolsonaro negó haber alentado el intento golpista del 8 de enero en Brasil

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro declaró este miércoles durante unas dos horas ante la Policía y negó cualquier responsabilidad en la asonada del pasado 8 de enero, que intentó derrocar al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro, quien ingresó al edificio en un auto polarizado y sin dar declaraciones a la prensa, es investigado como presunto instigador y autor intelectual de los actos que intentaban tumbar al gobierno del presidente Lula da Silva.

Negó cualquier participación

Bolsonaro fue incluido en la investigación por haber compartido, dos días después de los actos antidemocráticos, un video que sugería, sin aportar pruebas, que la elección del presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue amañada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) y por el Supremo Tribunal Federal (STF).

El líder de la ultraderecha, que gobernó entre 2019 y 2022, evitó todo contacto con los periodistas que le esperaron frente a la sede de la Policía Federal, en Brasilia, pero sus representantes legales dijeron que “explicó” la situación y negó haber alentado el golpe.

Fabio Wajngarten, exministro de Información y actual asesor de Bolsonaro, aseguró que el expresidente, quien el día de la asonada estaba en Estados Unidos, “repudió” ese mismo 8 de enero la invasión de una horda de bolsonaristas a las sedes de los tres poderes de la Nación, con la clara intención de derrocar al Gobierno de Lula.

También rechazó que Bolsonaro haya alentado el golpe con su negativa a reconocer públicamente el triunfo de Lula en los comicios de octubre pasado o que haya incitado a sus seguidores a protestar en forma violenta contra el proceso electoral.

“Con el fin de la elección, el presidente pasó la página, no articuló nada, se recluyó y viajó el 30 de diciembre a Estados Unidos”, aún en su condición de mandatario, y permaneció en ese país durante tres meses, afirmó Wajngarten, quien dijo que Bolsonaro está dispuesto a presentarse nuevamente ante la Policía Federal.

Segunda declaración de Bolsonaro

Esta es la segunda vez que el expresidente es escuchado por los investigadores desde que regresó a Brasil después de pasar casi tres meses en Estados Unidos. La primera declaración se dio el 5 de abril, en el marco de la investigación sobre el escándalo de las joyas saudíes, revelada por el diario “Estado de S. Paulo”.

Al prestar su testimonio, Bolsonaro deberá explicar, además del post compartido por él, su eventual participación en la elaboración del llamado “borrador del golpe”, documento encontrado en la casa del exministro de Justicia de su gobierno, Anderson Torres.

El material fue incautado por la PF durante las investigaciones posteriores a los hechos golpistas. Según el texto, podría instituirse un estado de defensa para cambiar el resultado de las elecciones presidenciales del año pasado.

La comisión parlamentaria encargada de investigar la asonada

El Congreso brasileño oficializó este miércoles la apertura de una comisión parlamentaria para investigar la asonada del pasado 8 de enero.

El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, se encargó de leer la petición de apertura de la comisión, cuya instauración ha sido promovida por la oposición de derecha, la cual sostiene que el Gobierno incurrió en “omisiones” y “fallos” de seguridad, con una aparente intención de generar una “ola de solidaridad” con Lula.

La comisión estará integrada por 16 senadores y 16 diputados, y su composición será definida en función de la representatividad de los grupos parlamentarios, en los que el Gobierno tiene mayoría.

Sobre esa base, el oficialismo aspira a ejercer los dos puestos claves en la comisión.

Se trata de la presidencia, que orienta el curso de la investigación, y la instrucción del proceso, a cargo de un parlamentario que será responsable del informe final.

Esos cargos también son fundamentales para decidir el orden de los convocados a declarar, entre los que pueden figurar políticos muy vinculados a Bolsonaro, algunos detenidos por los sucesos de enero.

Una de las muchas investigaciones

El expresidente también debe ser cuestionado por su inacción frente a los campamentos golpistas instalados frente al cuartel general del Ejército en varias ciudades brasileñas. En Brasilia, el campamento es señalado como base de los radicales que participaron en los atentados del 8 de enero. Las personas que se encontraban en el lugar terminaron detenidas al día siguiente.

La expectativa es que Bolsonaro también tendrá que explicar por qué salió de Brasil el 30 de diciembre, días antes de las invasiones golpistas a la sede de la Corte Suprema, el Congreso y la Presidencia de la República. El expresidente permaneció en Estados Unidos hasta el 30 de marzo, cuando regresó al país.

Aún sobre el período que estuvo fuera de Brasil, es posible que el expresidente deba presentar información sobre qué contactos mantuvo durante este tiempo.

El proceso tramita en la Corte Suprema y apunta a identificar a los “autores intelectuales” y a quienes financiaron los sucesos de enero. Por el intento golpista fueron detenidas 2.151 personas, de las cuales unas 300 permanecen en prisión, en tanto que el resto responderá ante los tribunales en libertad.

La Corte Suprema ya ha aceptado los cargos contra los primeros 100 acusados y esta misma semana analiza las acusaciones que han sido presentadas contra otros 200.

Bolsonaro, quien perdió los fueros el pasado 1 de enero, con la investidura de Lula, responde ante la Justicia ordinaria en una decena de procesos, acusado de abusos de poder y económicos, entre otros cargos, y también es investigado en otras causas que tramitan en el Supremo y en tribunales electorales.

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