¿Por qué Cuevana 3 aún existe? El vacío legal que permite su funcionamiento

Desde su creación en el año 2009, Cuevana 3 se ha convertido en una alternativa muy popular entre las personas que desean ver películas, series y estrenos sin pagar un solo peso.

Su facilidad, practicidad y amplio catálogo han hecho de la plataforma una de las favoritas de los usuarios, pero también una de las más polémicas. El funcionamiento del sitio web ha estado bajo la lupa de las plataformas de streaming y las autoridades, en tanto no cuenta con las licencias para reproducir los contenidos que ofrece.

Aunque Cuevana 3 ha sido acusada de “piratería” y de “carencia de derechos de propiedad intelectual”, la plataforma sigue funcionando actualmente y, cada vez más, suma usuarios a lo largo y ancho del continente americano. Con un fuerte debate en torno a su funcionamiento y varias denuncias en su contra, muchos se preguntan, ¿cómo es que el sitio sigue en pie?

Un vacío legal, el salvavidas de Cuevana 3

Cuevana 3 fue creada en el año 2009 por Mario Cardosio, David Fernández y Tomás Escobar, tres estudiantes universitarios argentinos con un objetivo, algunos dirían, benevolente: facilitar a las personas la visualización de producciones disponibles en otros sitios web e impulsar el cine independiente.

Aunque la segunda opción no resultó, la primera sí lo hizo y catapultó a la popularidad al sitio web en Latinoamérica. Su vigencia no estuvo exenta de líos judiciales: la plataforma ha sido objeto de varias demandas por supuesta violación de la ley de propiedad intelectual.

Una de las más populares es, quizás, la interpuesta por HBO Latinoamérica contra Tomás Escobar hace unos cuantos años atrás. La compañía de entretenimiento global buscó obtener medidas cautelares para así frenar la difusión de contenidos sin licencia o, en su defecto, provocar el cierre definitivo de la página.

Sin embargo, tanto en ese momento, como ahora, Cuevana tiene una ventaja en el terreno judicial, puesto que no hospeda los archivos que comparte, sino que es un agregador que indexa vínculos de otros portales. En otras palabras, utiliza links externos para redireccionar a los usuarios hacia el contenido que buscan.

La dinámica de funcionamiento ha hecho que el servicio se escude bajo la ley del derecho a la información en Argentina. Esto debido a que, aunque se establece que es delito almacenar o exhibir de forma ilícita contenido que está protegido, el hecho de que no almacene copias ilegales le permite a Cuevana existir y funcionar como lo ha venido haciendo.

Fernando Tomeo, abogado especialista en derecho informático, dejó al descubierto sus reparos con esta ley. Hace algunos años, en diálogo con ‘BBC’, dijo: “La ley de propiedad intelectual argentina es de 1933 y no da soluciones concretas a casos como los de Cuevana en el ámbito civil. Por eso los jueces deberán resolver la cuestión en caso de promoción de acciones de daños y perjuicios, aplicando las normas de responsabilidad civil que contempla el Código Civil argentino”.

En el año 2012, luego de una extensa batalla legal, Cuevana terminó anteponiéndose a HBO. Actualmente, la plataforma no opera en su versión original, sino en la tercera que se ha hecho del sitio, de allí su nombre Cuevana 3.

¿Es seguro usar Cuevana 3?

El uso de links externos impide que Cuevana sea juzgada por la ley del derecho a la información en Argentina. No obstante, puede exponer a los usuarios a otros peligros cibernéticos.

“Este tipo de páginas no están sometiendo a una serie de peligros que, a través de la publicidad o reproductores, se puedan descargar herramientas malintencionadas como el software espía o malware, que básicamente lo que buscan es que al ser descargados y comienzan a hacer un monitoreo de todas las actividades que hago en el equipo y, obviamente, se podrían apoderar de la información personal”, señaló John Jairo Echeverry, consultor y especialista en temas de ciberseguridad, a ‘Blu Radio’.

Para algunos expertos, como Echeverry, consumir contenidos de esta plataforma no hace más que poner en riesgo la seguridad informática, los datos personales y patrocinar la ilegalidad.