El Ministerio de Defensa de Taiwán y medios de la isla confirmaron este jueves que Estados Unidos otorgará por primera vez a ese territorio fondos de su programa de financiación militar extranjera, al que normalmente acceden países soberanos e independientes.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. manifestó a la agencia oficial taiwanesa CNA que el pasado 29 de agosto la Administración federal notificó al Congreso su intención de proporcionar a Taiwán una asistencia de 80 millones de dólares dentro del citado programa.
Según la misma fuente, la concesión de los fondos está en línea tanto con el Acta de Relaciones con Taiwán como con la política estadounidense de reconocimiento del principio de “una sola China”, que “no ha cambiado”.
“Estados Unidos facilita a Taiwán los artículos y servicios de defensa necesarios para permitirle mantener una capacidad suficiente de autodefensa. Estados Unidos sigue interesado en mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán como algo crítico para la seguridad y prosperidad regionales y globales“, agregó la fuente.
Washington no ha hecho pública de momento información sobre el tipo de equipamiento o sistemas de defensa que serán financiados con este paquete de ayuda, aunque según medios estadounidenses la notificación al Congreso menciona, entre otros, sistemas defensivos aéreos y costeros, vehículos de infantería, drones, misiles balísticos, ciberdefensas y equipos avanzados de comunicaciones.
El Ministerio taiwanés de Defensa agradeció a través de su portavoz, Sun Li-fang, que Estados Unidos destine estos fondos a la isla, honre el Acta de Relaciones con Taiwán y aumente su capacidad de defenderse.
La ayuda estadounidense se suma al paquete militar por valor de 345 millones de dólares que Washington concedió a Taipéi hace unos meses, así como los 2.000 millones en préstamos que la Cámara Baja aprobó el pasado ejercicio para el presente año fiscal.
Taiwán es uno de los principales motivos de fricción entre EE.UU. y China, ya que ese país es el principal proveedor de armamento de la isla y la defendería en caso de conflicto. El gigante asiático reclama la soberanía sobre Taiwán, territorio que considera una provincia rebelde desde que en 1949 los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra civil contra las tropas comunistas.