El avión privado Embraer en el que viajaba el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se estrelló este miércoles en el centro de Rusia, un siniestro en el que, según autoridades de ese país, murieron sus diez ocupantes.
Según informó la agencia de aviación civil, Rosaviatsia, en el Embraer-135 viajaban siete pasajeros, entre ellos Prigozhin y su “mano derecha”, Dmitri Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa (GRU), más tres tripulantes.
La catástrofe aérea tuvo lugar en la región central de Tver cuando el avión que había despegado de Moscú se dirigía a San Petersburgo.
De momento, ni el Kremlin ni el Ministerio de Defensa ruso han confirmado de manera oficial la muerte de Prigozhin, pero el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia sí indicó que, “según las primeras informaciones, todas las personas a bordo murieron”.
Según el Grupo Wagner #Prigozhin murió después de que su avión fuera derribado cerca de #Moscow . Las posibles causas podrían ser los disparos de la defensa aérea rusa contra el avión u otro grupo que tenga como objetivo al controvertido líder mercenario.
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Las causas del accidente, por lo pronto, se desconocen, aunque algunos medios y canales de Telegram barajaban este miércoles varias versiones, desde un atentado con bomba por orden del Kremlin a un misil de la defensa antiaérea rusa o un ataque con drones enemigos.
Prigozhin, que protagonizó hace exactamente dos meses una fallida rebelión armada contra el Kremlin, apareció por última vez el lunes cuando sugirió en un video que había vuelto a África para hacer que Rusia sea “aún más grande en todos los continentes”.
Circula video de dueño del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, para reclutar efectivos en África
Parece que su misión al “servicio de Rusia” no ha concluido pic.twitter.com/4b3OoMtjcB
— Eureka News (@EurekaNews10) August 22, 2023
Los cadáveres que se encontraron
Los servicios de emergencia informaron a la agencia oficial RIA Nóvosti que en la zona del siniestro se habían hallado los cadáveres de los diez ocupantes que viajaban en el avión (tres tripulantes y siete pasajeros).
Según la prensa local, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que será probablemente necesario realizar una prueba de ADN para confirmar su identidad. El portal Baza aseguró que uno de los pasajeros resultó decapitado en el accidente ocurrido no lejos de la localidad de Kuzhenkino, que se encuentra a unos 350 kilómetros de Moscú.
Aparte de Prigozhin y Utkin, los otros cinco pasajeros serían también miembros del grupo de mercenarios, que reanudó recientemente sus operaciones en el continente africano. Además, en el aparato se encontraban el comandante, un segundo piloto y una azafata.
Rosaviatsia subrayó que el avión tenía todos los permisos en regla y realizaba su vuelo tras recibir a su debido momento la autorización oficial para la utilización del espacio aéreo.
En un video publicado por el diario digital Gazeta.ru se puede ver cómo el aparato se precipita inusitadamente contra la tierra en un descampado, no lejos de unas viviendas rurales, tras lo que se produce una fuerte explosión.
En las redes sociales rusas se debaten diferentes versiones sobre lo ocurrido. Canales cercanos a Wagner dicen que el avión de Prigozhin pudo ser derribado por la defensa antiaérea rusa. Prigozhin habría muerto “como resultado de las acciones de traidores a Rusia”, señala Grey Zone, en clara alusión a los servicios secretos rusos.
Los portales Mash y Baza apuntan que el aparato pudo ser víctima de un atentado con bomba, mientras que otros dicen que fue derribado por un dron enemigo.
Según el diario RBC, las autoridades estudian tres versiones: un fallo de pilotaje, un problema técnico o una intervención exterior.
Diferentes testigos oculares aseguraron haber escuchado dos explosiones y que el Embraer explotó en el aire. Según los medios, los pilotos del avión privado nunca dieron la señal de alarma, por lo que aducen que sus ocupantes murieron probablemente en pleno vuelo.
El Comité de Investigación de Rusia abrió un caso penal sobre violación de las reglas de seguridad a la hora de operar un aparato de transporte aéreo.
“Cuando Prigozhin se detuvo a 200 kilómetros de Moscú y de repente dio marcha atrás, firmó raudo y voluntariamente su pena de muerte”, comentó Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana, al diario digital Meduza.
Tras conocerse la noticia del accidente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo a la presa: “No me sorprende”. “No hay mucho que pase en Rusia en lo que Putin no esté detrás, pero no tengo suficiente información para saber la respuesta”, agregó.
El portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano, señaló por su parte este jueves que “casi nada de lo que sale de Rusia estos días es creíble”.
“Casi nada de lo que sale de Rusia estos días es creíble, así que hemos visto la información sobre el siniestro aéreo en el que supuestamente” murió Prigozhin el miércoles por la tarde junto a otras personas de su entorno y miembros de la tripulación del vuelo.
“Pero de nuevo, como muchas otras cosas en Rusia, esto es muy difícil de verificar para nosotros, no nos corresponde a nosotros comentar”, indicó Stano.
El portavoz del Gobierno francés, Olivier Veran, también indicó este jueves que “se pueden tener dudas razonables” sobre lo ocurrido con el avión que se estrelló y en el que se cree que viajaba el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin.
Veran agregó que “Progozhin deja tras de sí cementerios y un desorden terrible en buena parte del globo”, como en África o en Ucrania, que “es el hombre de los trabajos sucios de (Vladimir) Putin” y que su actividad es “indisociable” de la política del presidente ruso.
Esta catástrofe aérea tuvo lugar exactamente dos meses después de que Prigozhin se sublevara contra el Kremlin el 23 y 24 de junio pasados, rebelión en la que llegó a tomar durante unas horas una de las ciudades más importantes del sur de Rusia, Rostov del Don.
Luego de la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prigozhin aceptó replegar a sus mercenarios tras 24 horas de motín y trasladar su base a territorio de esa antigua república soviética.
Después de acusarlo de traición, Putin lo recibió en el Kremlin, tras lo que Prigozhin anunció que no combatiría más en Ucrania y reanudó sus operaciones de Wagner en África.
Coincidiendo con el siniestro, Putin participaba este miércoles en la región de Kursk, limítrofe con Ucrania, en una ceremonia oficial con ocasión del 80.º aniversario de la batalla de Kursk, una de las más importantes de la Segunda Guerra Mundial.
El accidente también tuvo lugar justo el mismo día en que medios oficiales confirmaron el cese como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Serguéi Surovikin, general conocido por sus estrechos lazos con Prigozhin y que desapareció del ojo público nada más sofocarse la sublevación armada de Wagner. En su lugar lo sustituirá el general Víctor Afzálov.
La enemistad con Putin
El oligarca ruso Yevgueni Prigozhin se dio a conocer mundialmente como el jefe del Grupo Wagner, una empresa compuesta por mercenarios que tras participar en la guerra de Ucrania junto al Ejército ruso protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin.
Prigozhin fue apodado el ‘chef de Putin’ debido a su anterior proximidad con el presidente ruso y sus negocios de restaurantes, que montó después de salir indultado de prisión en 1990, donde pasó casi diez años por diversos delitos.
Nacido el 1.º de junio de 1961 en la actual San Petersburgo, sus vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, empezaron cuando Prigozhin, luego de estar encarcelado casi una década al final de la era soviética, se dedicó a vender comida rápida en puestos callejeros y les distribuyó varios catering de comida al Ejército ruso.
Luego de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Prigozhin reclutó a 35.000 presos que fueron excarcelados para combatir al lado de las tropas rusas. Pero con el paso del tiempo, y en el marco de la guerra, mantuvo duras confrontaciones con el Ministerio de Defensa ruso.
La primera fue en febrero de este año, cuando se quejó de la falta de munición para sus combatientes durante el asedio a la localidad ucraniana de Bajmut, en el Donbás, que acabó finalmente en manos rusas en mayo pasado. La segunda ocurrió en junio pasado, tras sublevarse contra el régimen de Putin.
Durante mucho tiempo, Prigozhin negó haber creado Wagner, hasta que en septiembre de 2022, en plena contienda bélica en Ucrania, reconoció haber fundado en 2014 esta empresa militar privada, lo cual está prohibido por ley en Rusia, pero aseguró que había nacido como un grupo de patriotas.
Debido a sus acciones opacas, en 2018, el Departamento de Estado de Estados Unidos sancionó a tres des sus compañías, Internet Research Agency, Concord Management y Concord Catering, por su papel en la campaña de interferencias y desinformación, especialmente contra la candidata demócrata Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de 2016, de las que salió vencedor el republicano Donald Trump.
En noviembre de 2022 inauguró en San Petersburgo su primera sede en un edificio de cristal, coincidiendo con sus afirmaciones sobre su interferencia en el pasado en procesos democráticos extranjeros, sobre todo en Estados Unidos, al tiempo que informó de que lo seguiría haciendo.
En paralelo, el jefe de Wagner ha operado con sus mercenarios en diferentes escenarios bélicos como la guerra de Siria y diversos conflictos armados en el continente africano, como el de Mali, donde instruyó a las fuerzas locales para proteger al Gobierno.
Las actuaciones del Grupo Wagner le implicaron graves sanciones internacionales. Las primeras llegaron en diciembre de 2021 procedentes de la Unión Europea (UE) por violaciones graves de los derechos humanos en varios países africanos, entre ellos Mali, la República Centroafricana y Libia, donde también ha estado desplegado.