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Reflexiones desde el Pacto Histórico: La Alianza “Quintero Calle” y la Búsqueda de un Norte Político.

Por Víctor Eliud Mosquera Utria

Como miembro del Pacto Histórico, me siento en la obligación de reflexionar sobre la reciente alianza entre Gabriel Calle y Daniel Quintero en la contienda por la Gobernación de Córdoba.

Sin embargo, quiero dejar claro que, en mi opinión, Gabriel Calle no representa una opción política que yo respaldaría. Hay cosas que de lejos parecen y de cerca no son. Creí que Calle era lo que hoy, con cada uno de sus actos, veo y compruebo que no es.

En mi consideración, prefiero votar en blanco antes de apoyar a alguien que parece carecer de un norte político claro y se aventura a liderar sin una base sólida.

La social democracia y el progresismo en su esencia, defienden valores de justicia social, igualdad y progreso.

Buscan un equilibrio entre la participación del mercado y la protección de los derechos y necesidades de la ciudadanía. Sin embargo, para llevar a cabo esta visión, es esencial que los líderes tengan un entendimiento claro de sus principios y objetivos.

La alianza entre Calle y Quintero, a primera vista, plantea importantes cuestionamientos sobre el rumbo de la progresismo y la social democracia en Córdoba y Colombia.

Quintero busca forjar un movimiento de mal llamados independientes con candidatos unipersonales, antisistema y jóvenes sin norte político a quienes pretende orientar hacia su aspiración propia a la presidencia como supuesto sucesor sin proceso de Gustavo Petro.

Por un lado, Gabriel Calle, como supuesto miembro y candidato del Pacto Histórico, representa una opción más moderada y amplia dentro del espectro de la social democracia.

Sin embargo, su alianza con Quintero, quien ha sido uno de los alcaldes más cuestionados del país, añade una sombra de incertidumbre a la ecuación.

Daniel Quintero, con su historial controvertido, no parece ser la figura adecuada para respaldar a Calle en su búsqueda de la Gobernación de Córdoba.

Esta alianza plantea dudas sobre la cohesión y dirección del progresismo y la social democracia, y sobre si los líderes actuales son capaces de mantener firmes los valores centrales de justicia, igualdad y progreso.

Como miembro del Pacto Histórico, mi preferencia es votar en blanco en lugar de respaldar a candidatos cuyas acciones y alianzas sugieren una falta de orientación y principios claros.

La política es un arte de equilibrio, pero este equilibrio no debe poner en peligro los valores fundamentales de la social democracia.

En última instancia, esta coyuntura nos brinda la oportunidad de examinar críticamente la dirección de nuestro movimiento político y considerar si estas alianzas nos acercan o nos alejan de los ideales que defendemos como social demócratas.

Es fundamental que los líderes, en su búsqueda por el poder, no pierdan de vista su norte político y mantengan el enfoque en servir a la ciudadanía y promover el bienestar común.

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