En medio de su estado de salud, crítico pero estable, el Papa Francisco autorizó la canonización del beato venezolano José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”.
Esta decisión, anunciada tras una audiencia en el Hospital Policlínico Gemelli, donde el Pontífice se encuentra internado por una neumonía bilateral, convierte a Hernández en el primer santo de Venezuela.
En la reunión estuvieron presentes el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, y Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
La fecha para las ceremonias de canonización de José Gregorio Hernández y Bartolo Longo será determinada en un consistorio próximo.
José Gregorio Hernández nació en 1864 en Isnotú, estado Trujillo, Venezuela. Se destacó por su dedicación a los más necesitados y por sus contribuciones al desarrollo de la medicina en su país.
Luego de graduarse como Médico en la Universidad Central de Venezuela, amplió sus estudios en París y Berlín.
Su profunda fe lo llevó a integrarse en la Tercera Orden Seglar de San Francisco, comprometiéndose a servir a los más desfavorecidos. Falleció en 1919, tras ser atropellado en Caracas mientras adquiría medicinas para un paciente anciano.
Mientras tanto, la comunidad católica venezolana celebra con júbilo la noticia.
José Gregorio Hernández se convierte oficialmente en el primer santo venezolano, consolidando su legado de servicio y compromiso con los más necesitados.
Monseñor Raúl Biord Castillo, Arzobispo de Caracas, expresó desde Roma: “José Gregorio es un gran regalo de Dios en este momento. Que Dios nos bendiga a todos los venezolanos y podamos encontrar en él un símbolo de unidad y de fe”.
Más allá del reconocimiento religioso, su vida y obra siguen inspirando a quienes buscan construir una sociedad más solidaria y justa y, su canonización no solo marca un momento histórico para la fe en Venezuela, sino que también refuerza la vigencia de su ejemplo.
