Que el hombre es un ser sociable por naturaleza, concepto que manejamos a lo largo de toda la historia y con el desarrollo de las sociedades, y es que las experiencias desde los tiempos de Cristo nos han mostrado la importancia de asociarse crear grupos conglomerados que persigan los mismos fines, o dicho de otra forma: “el bien común”.
Porque una sola golondrina no hace verano, dice el dicho que describe el afán de transformar la verdad de forma aislada cuando se desconoce la importancia de los grupos. Las sociedades actuales se sometieron a constantes cambios, algunos generados por uniones de personas y otros de manera individual y se han logrado avances de todo tipo: humanos, científicos y definitivamente lo que ha cambiado al mundo de manera especial: sus individuos.
Y es que las nuevas formas de comunicación y de todo tipo de actividades, no por cuenta de la pandemia, ya que mucho antes de eso los seres humanos de estas nuevas sociedades tomaron y están tomando conductas que difieren mucho de lo social, se han convertido en un ser absolutamente antisocial y no en el contexto de terrorista, los sentimientos y la búsqueda del placer individual son elementos importantes del bienestar en las culturas individualistas, mientras que en las colectivistas lo es el cumplimiento de los deberes sociales (Triandis, 1995).
Tal y como ocurre con el llamado “capitalismo salvaje”, en el sector de la economía, al que sectores atribuyen características destructoras de economías locales por cuenta de acuerdos con transnacionales, al que otros también atribuyen la única forma de que los países logren su desarrollo logrando que sectores de la cadena productiva puedan elevar sus ingresos a través de las ventas.
Ese mismo fenómeno está ocurriendo con los individuos que conforman las sociedades modernas. Tristemente, hoy por hoy, tenemos que ver en las noticias marchas de todo tipo exigiendo algo que se supondría son inherentes al ser humano “los derechos”, este tipo de situaciones ocurren en su gran mayoría producto del excesivo proceder individualista en el que está sumergida la sociedad moderna.
Desde la niñez algunos padres le inculcan a sus hijos mediante frases como “primero tú”, este niño que crecerá y no solo practicará la tesis si no que la multiplicará, resultado de ello tenemos hoy unas multitudes con individualidades extremas.
En las sociedades actuales es difícil no solo el reconocimiento de las necesidades colectivas sino también de los derechos las actitudes individuales y la mala práctica de querer sacar ventaja de todo, aún pasando por encima de los demás. Nos ha hecho normalizar comportamientos profundamente alejados de lo social y lo colectivo algo que sin duda va en contravía exactamente de todo lo que quiere una familia, una sociedad y un país.
Hoy algunos colectivos, gremios, grupos, cofradías, congregación o asociación se unen alrededor de la suma de sus individualidades y especialmente de las mezquindades, no en generar ideas que hagan la vida más fácil alrededor de logros colectivos.
En los tiempos modernos se requiere la unión de voluntades que permitan hacer la vida más fácil a los individuos de un territorio, se tendrán que hacer reformas desde el seno del hogar, y en gran medida en la educación, convencer a nuestros niños niñas y adolescentes de lo peligroso que puede llegar a ser el asumir comportamientos lejanos de principios del bien común.
Necesitamos que lo primordial sea el bienestar de todos sin afectación de ninguna índole de quien me rodea, se necesita a la mayor brevedad seres humanos con el suficiente razonamiento de entender y multiplicar los beneficios de triunfos en comunidad generados a partir de necesidades.
“Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer” (Corintios 1:10)
Que hasta el mismo Dios, intuyendo lo que podría pasar, rogó no se hiciera y así como es de salvaje el capitalismo para el sector de la economía, de acuerdo con algunos conceptos, es igual de salvaje el individualismo en las sociedades y a propósito de eso, comentó el presidente Iván Duque en la cumbre de alcaldes realizada el pasado 29 de octubre, en el departamento de Córdoba: “en este momento es importante el trabajo en equipo, creemos en la importancia de sumar esfuerzos para sacar adelante varios proyectos”.
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