Las recaídas: Apoya a alguien en el camino
Son muchas las razones que permiten a una persona concebir ciertas conductas dañinas a su integridad física y mental, por tal motivo abordar el tema siempre será un ejercicio algo complejo.
Sin embargo, gracias a múltiples estudios e investigaciones podemos acercarnos a qué cosas pasan en el cerebro de un ser humano luego de haber sido consumidor, no solo de sustancias sicoactivas o abuso de drogas, como comúnmente suele asociarse, sino al abuso de conductas, algo que ha llegado a normalizarse en muchos casos: internet, sexo, comida, juegos de azar y videojuegos (hoy cada vez más presentes en la población menor de edad).
En algunas personas el abuso de sustancias o comportamientos tienen una coexistencia natural. Lo cierto es que hay tantas variables como combinaciones sobre estas relaciones, que por extraños que llegue a sonar, el diagnóstico en los seres humanos es el mismo, independientemente de las características de la relación entre ellas.
Por ejemplo, la estrecha relación que hay entre el alcohol y la cocaína en cierto tipo de personas. En otros casos, vemos a los que están asociados a la pornografía y abuso de drogas de manera simultánea.
Así mismo, se pueden desarrollar adicciones con las sustancias con las que solemos automedicarnos, y la lista podría seguir combinando los casos posibles. Extrapolar estas acciones, comúnmente nocivas para la salud mental y física, son las que se terminan convirtiendo en rasgos dañinos en nuestra personalidad.
Por tales razones, se hace importante enfatizar en qué tipo de conductas están causando daño en tu vida o en la vida de los demás, debido a que algunos daños son específicos del abuso de un determinado tipo de comportamiento o sustancia nociva para la salud, teniendo esto a la mano, será mucho más fácil identificar cuáles son los factores de riesgo frente a las recaídas que sufren estas personas y la posición real en la que se encuentran antes, durante y después de su proceso de rehabilitación para poder ofrecer alternativas o posibles soluciones a este síndrome.
La invitación es para todos los que creen que son agentes activos de algo que va mucho más allá que romantizar los excesos y comprendamos que todos tenemos algo importante para aportar a la sociedad; que basta con un gran gesto de humanidad por nuestra parte para que en caso de posibles recaídas, exista un cerco de dialogo, intervención profesional y acompañamiento en los momentos más difíciles de su rehabilitación y transformación al cambio. Seamos lo que nos gustaría ver si fuera nuestra condición en algún momento de nuestras vidas.
¿Quién eres?
Es fundamental entender quiénes somos, no desde la percepción social sino desde la profundidad de lo individual, comprendiendo y aceptando la forma en la que pensamos, actuamos, sentimos, hablamos, etc., teniendo en cuenta que, como individuos pertenecientes a una sociedad muy dinámica en su desarrollo cotidiano, también debemos estar prestos a aquellos cambios que generen acciones positivas y de superación personal hacia lo colectivo, en cualquiera de las esferas en las que nos podamos desempeñar, estos aspectos determinan la bitácora a recorrer durante cualquiera de las etapas de nuestras vidas y forjan el carácter con la que asumiremos cada reto que se presente en el camino.
Entonces, se hace menester tomarnos el tiempo de conocernos en el diario vivir e identificar cuáles son esas acciones que nos están causando una separación con los demás por la ausencia o carencia de valores o principios.
Esto por lo general se identifica como “Egocentrismo”, el “yo”, “solo yo”, y “todo me pasa a mí”, son las expresiones presentes en los procesos de recuperación y recaídas de cualquiera de estas personas.
Es por eso que es de gran valor trascender al egocentrismo del individuo en su recuperación e ilustrarle de cierto modo la forma en como hay que despojarse de los viejos hábitos hasta desarrollar una consciencia de lo real y que a su vez conecte con su parte más esencial, allí, se logrará el estado opuesto a este dañino ego: la humildad, ésta favorece a los procesos de autocontrol.
“Lastimosamente muchos no tocan fondo hasta que vuelven a recaer”.
¿En dónde caemos?
Considera que estar inmerso en un proceso es sinónimo de progreso, no de culminación o éxito; es por esta razón que para algunos el retorno a sus adicciones siempre se encuentran a un paso de distancio o a un solo clic de intención, por eso muchos lo consideran parte de su proceso, pero no por tal motivo debemos ser flexibles frente a esta situación.
No olvidemos que somos la acumulación de esas pequeñas acciones sin importancia que de repente, fijan o giran una conducta o un hábito trascendental, quienes terminan definiendo quiénes realmente somos o si no se toman acciones pertinentes a tiempo, podamos llegar a ser quienes no quisimos ser, somos lo que hacemos de este presente, somos el futuro en constante construcción.
Por Andres Vélez Díaz, Especialista en Pedagogía y miembro del equipo de la Asociación Niños de Papel
Más noticias de Colombia y el mundo en www.zenuradio.com – Síganos en nuestras redes sociales haciendo clic aquí: Twitter, Facebook, Instagram y YouTube