‘Dios siempre ha estado bendiciéndome’: Gabriel Arteaga, el emprendedor detrás de Comidas Rápidas El Gabo
Montería. Superación, es una de las tantas palabras que podrían describir a Gabriel Arteaga Mora un emprendedor de 25 años de edad que está detrás Comidas Rápidas El Gabo, ubicado en el barrio La Granja, en la diagonal 21 con cuatro vientos.
Oriundo del corregimiento de El Silencio, jurisdicción de Puerto Escondido, llegó hace seis años a la capital cordobesa con granas de devorarse el mundo, de estudiar y escribir su propio destino.
Siendo bachiller, a los 19 años, y reconociendo que la extensa zona rural cordobesa las oportunidades para seguir una carrera en educación superior son mínimas, dejó atrás los trabajos del campo para alcanzar su sueño capitalino.
“Salí con ganas de salir adelante, estudiar, ayudar a mi familia y mejorar mi calidad de vida. Llegué sin saber nada sobre comidas rápidas, pero se me da la oportunidad de aprender poco a poco”, sostuvo Gabriel.
Reconoce que emprender no es fácil, pero ha sido la mejor decisión que ha tomado en su vida. “Inicié con un punto pequeño de venta de arepas, con mesas prestadas. Fue muy difícil al principio”, afirmó.
La primera piedra en el ‘zapato’ que encontró era que no sabía preparar las salsas y recuerda todos los sin sabores que vivió y que hacen parte de su historia. Una historia en la que ha estado presente Dios. “Un día salgo y me encontré con una señora que me enseñó a preparar las salsas. Ese día me sentí tremendamente bendecido porque al aprender a hacer las salsas las ventas se me multiplican”.
Con el pasar de los meses se le da la oportunidad de comprar un negocio más grande. Arteaga asegura que su mayor satisfacción es atender a los clientes, sobre todo la segunda, la tercera, la cuarta vez, porque eso quiere decir que quedaron satisfechos con la primera vez.
“Muy agradecido con Dios porque siempre ha estado bendiciéndome, mostrando el camino. Aquí estamos, gracias a Dios. A pesar de la pandemia se ha podido mantener el negocio”, agregó el emprendedor.
Y justamente con el Covid-19 tuvo que incorporar la entrega a domicilios, ya que su atención se había concentrado en la atención presencial. “Uno tiene que tener una fe tremenda, para soportar los momentos de ‘bajón’ económico como emocional”, aseguró.
Destaca que son grandes las enseñanzas: la determinación, el esfuerzo, las ganas y la disciplina para permanecer de pie en los momentos complicados y de escasez.
La historia de este emprendedor la conoció el impulsador Jorge Arroyo, que actualmente acompaña y apoya a Gabriel.
Escuche la entrevista aquí:
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