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 ¿Por qué Luis Alfredo no debería salir de la cárcel?

¿Por qué Luis Alfredo no debería salir de la cárcel?

Hay delitos cuya magnitud en daños y perjuicios físicos, morales y hasta espirituales (si incluimos los dogmas religiosos) son tan atroces y degradantes que no sería viable desde ningún punto de vista otorgarles amnistía o indulto a aquellos sujetos titulares de dichas conductas punibles degradantes en extremo ya que solo causaría indignación y polémica a toda la población, especialmente a las víctimas, es decir familiares de los que sufrieron los horrores nefastos de una infamia nada merecida sino por azares lúgubres del destino o por estar en el momento y lugar equivocado padecieron los efectos de esas conductas punibles reprochables.

Es el caso de Luis Alfredo Garavito, por el que hablaré en esta columna sin extenderme demasiado, ya que ha causado revuelo una solicitud que hizo el Inpec al juez de ejecución de penas, solicitud que se hace indiscutiblemente factible omitir si recordamos con buena memoria las aberraciones que cometió este señor a principios, mediados y finales de los años 90. De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, al señor Luis Alfredo Garavito se le atribuyen el secuestro, tortura, asesinato y violación de al menos 200 personas, en su mayoría menores de edad, aunque expertos en la materia forense aducen que es muy posible que la cifra sea mayor.

Por otro lado, se sabe que el 14 de mayo de 2021 se envió una carta a Camilo Manrique Serrano, juez primero de ejecución de penas y medidas de seguridad de Valledupar, en ella se solicitaba el estudio para tramitar la libertad condicional. En el texto se puede leer lo siguiente. “Con el debido respeto a su despacho me dirijo, para remitir la documentación del señor Garavito Cubillos Luis Alfredo, dando cumplimiento a órdenes impartidas por parte de la Dirección Regional Norte del Inpec, para que se estudie y verifique por parte de su despacho, lo concerniente a la concesión o no del subrogada de libertad condicional en favor del PPL referenciado”. Esa situación causó, con toda razón, indignación en Colombia por la posibilidad latente que tendría Garavito de salir de la cárcel a pesar de los crímenes que cometió.

Centrándonos en el tema de la indignación y en la pregunta del por qué no debería salir este malévolo individuo de la cárcel, expondré las razones que, a mi parecer, son las más idóneas. Garavito, según investigaciones científicas y psiquiátricas, posee dentro de su gama de patologías, un trastorno antisocial de la personalidad, pero esto es solo el principio de su complejo cuadro clínico porque además presenta síntomas de compulsividad e impulsividad, es decir que tiende a reaccionar de forma inesperada, rápida, y desmedida ante una situación externa que puede resultar amenazante, o ante un estímulo interno propio de su personalidad sin tener una reflexión previa ni tomar en cuenta las consecuencias que pueden provocar sus actos, por lo que no medirá ninguno de los actos que realizara en las calles, por mas inicuos que estos sean a la luz de las personas normales. Por otro lado,  también presenta síntomas de ausencia de remordimiento y culpa, por lo que no siente ninguna mortificación por los actos macabros que pueda llegar a ejecutar; también presenta síntomas de megalomanía, necrofilia, sadismo, manipulación ajena, entre otras patologías peligrosas que lo llevan a ser considerado como una amenaza para la sociedad si es dejado en libertad condicional y es que no cabe duda de que si este individuo sale libre, volverá a cometer crímenes atroces si nos atenemos al cuadro clínico psicopatológico que él presenta. Ningún niño estaría seguro cerca de su persona, aparte de que los familiares de los niños asesinados, por lo menos un gran numero querría tomar represalias o justicia por sus propias manos, lo que acabaría en su severo desastre.

Para referenciar lo anterior, citare la resolución 0445 del 23 de abril de 2021, la cual se establece que: “durante el tiempo de reclusión y durante el tratamiento penitenciario al privado de la libertad se le ha realizado un seguimiento permanente, así como un estudio de su personalidad y comportamiento, determinándose por parte del Consejo de Disciplina que el privado de la libertad Garavito Cubillos Luis Alfredo (…) ha observado durante su tiempo de reclusión una buena conducta, registrando el ultimo periodo del grado ejemplar”. No obstante, como ya mencioné antes, una persona con problemas mentales de esa dimensión no podría ser puesta en libertad ya que esto significaría poner en riesgo la vida e integridad de muchos niños.

Así las cosas, el Inpec tuvo que salir a aclarar el lunes pasado sobre la polémica nacional por el supuesto pedido de libertad a favor de Luis Alfredo Garavito, confeso asesino y violador en serie de aproximadamente 172 niños (de los que se tiene conocimiento) en Colombia.

Es por eso que a través de un comunicado del Instituto Nacional penitenciario y Carcelario sostuvo que no ha solicitado la libertad condicional en favor del violador y asesino en serie, sino que remitió una información sobre el cumplimiento de pena acumulada al juez que lleva el proceso. Esta aclaratoria sin duda es una voz de alivio para los enardecidos padres, tíos y demás familiares de las víctimas de los atroces crímenes quienes por un momento llegaron a pensar que el malévolo homicida saldría libre.

“La Bestia” como fue apodado el mayor asesino en serie del país, se encuentra actualmente recluido en la cárcel La Tramacúa, y su caso está siendo revisado por el Juzgado Primero Ejecución de Penas de Valledupar, para determinar si hay o no lugar a la libertad condicional. Espero que dicha solicitud sea negada con total contundencia.

El hecho de que exista la posibilidad de que este sujeto salga de prisión causó tal conmoción en el país que hasta motivó una declaración del mismo presidente Iván Duque Márquez, quien calificó a Garavito como “rata apestosa” y otros adjetivos denigrantes. Adjetivos en los que todos estamos de acuerdo, a sabiendas de los horrores que ejecutó a sangre fría y sin ningún tipo de remordimiento o sentimiento de culpa.

Cabe decir que, aunque el infame de Garavito ya cumplió las tres quintas partes de su condena acumulada a 40 años de prisión, no cumple con los otros requisitos exigidos para la libertad condicional, entre ellos la reparación total a las víctimas de sus crímenes.

En síntesis, ¿Por qué no debería salir Garavito de la cárcel? No encuentro más razones que las ya existentes: porque es un pedófilo, necrófilo, sádico y megalómano con tendencia psicopática impulsiva, un peligro para la sociedad, especialmente para los niños, considerando los trastornos de su cuadro clínico, porque se sabe que tendrá inclinación irresistible por derramar sangre inocente si llega a salir libre y por la magnitud de los crímenes que cometió y por los que hoy se le conoce como el mayor asesino en serie de la historia. ¿Debo decir más?

Jesús Fernández, abogado.

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