Cali. Brasil y Colombia se enfrentarán el miércoles en la cuarta jornada del Sudamericano Sub-20 , un duelo clave para la selección anfitriona que, de ganar, conseguirá la clasificación al hexagonal final y dejará por fuera a Argentina.
La Canarinha y la selección cafetera jugarán en el estadio Pascual Guerrero de Cali, a donde llegan invictas tras haber jugado cada una dos partidos. El Grupo A lo lidera Paraguay con siete puntos, seguida de Brasil con seis y Colombia con cuatro, mientras que Argentina y Perú son últimas sin unidades.
El equipo de Ramon Menezes llega motivado tras golear 1-3 a Argentina en el Clásico Sudamericano, un resultado con el que el equipo brasileño ratificó su favoritismo, clasificó y revalidó el buen nivel de jugadores como el centrocampista Andrey y el delantero Vitor Roque, máximo artillero del torneo con tres tantos.
El equipo brasileño goleó 0-3 a Perú en la primera jornada y 1-3 a Argentina en la segunda. Colombia, entre tanto, viene de descansar en la tercera jornada y, pese a no estar mostrando su mejor nivel, ha conseguido resultados que la ilusionan con clasificar a la siguiente fase del torneo continental, que se disputará a partir de la próxima semana en Bogotá.
Para conseguir el triunfo, el seleccionador Héctor Cárdenas contará con sus dos mejores fichas: el centrocampista Gustavo Puerta y el extremo Óscar Cortés, quienes son los mejores jugadores que ha tenido la selección cafetera en el campeonato.
Argentina se juega la vida
Tras caer 2-1 con Paraguay y 1-3 con Brasil, Argentina llega necesitada a la cuarta jornada del Sudamericano Sub-20, en la que enfrentará al equipo peruano, ya eliminado tras haber perdido sus tres primeros encuentros.
El seleccionador sub-20 de Argentina, Javier Mascherano, aceptó la responsabilidad por el mal momento que vive su equipo y dijo que ante Brasil tenían la ilusión de jugar mucho mejor de lo que lo hicieron.
“Fuimos ampliamente superados por Brasil y queda simplemente hacerse responsable. El único responsable de todo esto soy yo y la realidad duele porque teníamos la ilusión de jugar un buen partido ante un gran
(EFE)
