Es el cantante español más universal y su carrera es una de las más exitosas de la industria musical, pero la vida profesional de Julio Iglesias no siempre ha sido fácil. A punto de cumplir 80 años (nació el 23 de septiembre de 1943), es una leyenda en mayúsculas de la canción y le avalan más de cinco décadas de trabajo incansable, talento y carisma, pero ni los premios ni los reconocimientos ni el cariño que le llega desde todas las partes del mundo le han hecho olvidar de dónde viene y cómo fueron los inicios. Sus primeros pasos artísticos son una auténtica historia de superación de la que él mismo ha hablado.
“Hace 55 años mi vida cambió para siempre. Estudiaba leyes, jugaba al fútbol en mi equipo del alma con los juveniles y un accidente frustró todas mis ilusiones. Pero ese accidente, como digo siempre, juntó mi alma con mi cabeza y empecé a vivir una aventura que aún no ha terminado”, ha comenzado a decir el propio Julio, que hasta 1962 formaba parte de la plantilla del Real Madrid, donde coincidió con deportistas tan emblemáticos como Amancio Amaro, Pirri y Pedro de Felipe. Sus ambiciones deportivas como portero quedaron atrás aquella noche en la que, volviendo a casa, su coche colisionó con unos arbustos en el norte de Madrid con consecuencias fatales.
Como banda sonora para estas palabras ha escogido La vida sigue igual, una canción que tiene mucho que ver con ese punto de inflexión en su historia ya que la compuso durante la larga convalecencia, cuando se acercó por primera vez a una guitarra. “Esta canción la escribí pensando en lo que sentía en aquellos momentos después de mi operación. Saqué fuerzas que no tenía con la música que me daba una guitarra y escribí estos pequeños versos sin saber dónde iban a terminar o dónde iban a empezar”, ha detallado.
Quién le iba a decir a aquel joven que aún se estaba recuperando del impacto físico y psíquico que tuvo el accidente que esos versos saldrían de la habitación y se convertirían en todo un himno. Y es que el citado tema le permitió actuar en el Festival de Benidorm de 1968, que supuso un auténtico trampolín artístico ya que permitió que el nombre de Julio Iglesias se hiciera conocido en todo el mundo. “Gracias a este Festival Nacional de la Canción todo se convirtió en un sueño que dura hasta hoy. Se cumplen 55 años que cambiaron mi vida para siempre, gracias a todas vosotras y a todos vosotros por darme tanta fuerza para vivir”, ha expresado.
Julio no es muy activo en redes sociales, vive al margen del foco mediático volcado en su trabajo, en su familia y en las memorias que está escribiendo. Es por eso que este testimonio tan personal que ha compartido ha tenido una enorme repercusión. Son muchos los rostros conocidos que han aplaudido sus palabras, que son la mejor muestra de que es posible transformar las adversidades en nuevas oportunidades para ser feliz. Iker Casillas, Paula Echevarría, Miguel Ángel Muñoz (que le interpreta en el biopic de Bosé) y Jacqueline de la Vega son solo algunos de los que le han trasladado todo su cariño. Por su parte, su hija Chábeli se ha mostrado muy orgullosa de las palabras de su padre, por el que siente verdadera devoción.
Tomado de: Hola.com