Migrantes desafían filosa alambrada instalada en la frontera para pedir asilo en EE.UU.
La desesperación por cruzar la frontera desde la mexicana Ciudad Juárez a El Paso, Texas, Estados Unidos, ha llevado a los migrantes a arriesgarse y desafiar el duro obstáculo que representa la alambrada de filosas cuchillas, instalada antes del muro para entregarse a las autoridades migratorias de aquel país y pedir asilo.
Tres mujeres y tres hombres acompañados de dos niños, uno de ellos de brazos, fueron los primeros en cruzar este martes el corto afluente del río Bravo (río Grande en EE. UU.) que existe a unos 500 metros del puente internacional Santa Fe.
Luego, usando sólo las manos abrieron un espacio en la primera barricada de alambres de navajas y cruzaron uno a uno. Uno de los niños pasó sobre los hombros de uno de los adultos y el otro en brazos.
Después escalaron la pared diagonal con la que está revestido el río del lado estadounidense y ahí se encontraron con la segunda barricada, donde hicieron un hueco tratando de esquivar la peligrosa alambrada de filosas cuchillas.
Cuando cruzaron, la Guardia Nacional ya los esperaba para detenerlos. Más tarde llegó la patrulla fronteriza e inició su proceso de detención.
James Young, jefe de la oficina de la ACNUR en Juárez, la agencia de la ONU para refugiados, señaló a EFE que esas escenas, desafiar el peligro de la alambrada de cuchillas, denota desesperación en los extranjeros, pues muchos migrantes vienen huyendo de la violencia tanto en sus países de origen como en el recorrido por México.
“Hay personas huyendo por sus vidas que necesitan un lugar donde se puedan quedar y establecerse”, explica Young.
“Vienen en situaciones de amenazas por pandillas, reclutamiento forzado, persecución, en estas situaciones las personas no tienen opción, están amenazados y tienen que huir y esto se combinan con pobreza extrema, hay gente que anda buscando dónde vivir con sus familias y hay gente que está buscando una nueva oportunidad”, dijo Young.
“Hasta que aprendamos las causas y demos soluciones a estas situaciones vamos a seguir viendo situaciones así”, añade.
Dijo que tras el fin del Título 42, una ley sanitaria con la que expulsaron a 2,8 millones de extranjeros bajo el pretexto de la pandemia del coronavirus, se percibe una baja en el número de migrantes en la ciudad.
“Es la primera vez que vemos una baja en el número de migrantes en la ciudad. Si vemos la ocupación en los albergues como un indicador, hablamos de un 60 % o 70 %, esto es desde mayo, tras el fin del Título 42. Ahora lo vemos aumentar un poco más, pero siguen bajos los números comparados con mayo cuando los albergues estaban a 100 %”, explicó Young.
El representante de la ONU dijo que es difícil estimar el número de migrantes en la ciudad porque hay mucha población que queda fuera del conteo de organizaciones.
Sin embargo estimó que en los albergues hay entre 1.500 y 2.000 migrantes de una capacidad de 3.000, y sumando a los que se encuentran afuera pueden llegar a unos 5.000 en la actualidad en Ciudad Juárez.
“Si pensamos en los hoteles, los lugares abandonados, los que están rentando, los que están en situación de movilidad, podemos aumentar mucho más, es difícil dar un número, pero podría llegar hasta a 5.000, mientras que en el tiempo más alto tuvimos sobre 10.000”, indicó.
Tras el cruce de las 8 personas que abrieron la filosa alambrada, la Guardia Nacional movilizó maquinaria para tapar los huecos.
Un equipo de militares cerró la barricada de alambre, mientras que una retroexcavadora apiló un montículo de tierra en el cauce del río para evitar que más migrantes se filtraran por esta parte de la frontera que se ha convertido en una telaraña de alambre con filosas cuchillas.
El hecho refleja el inédito flujo migratorio, con más de 2,76 millones de migrantes indocumentados interceptados por Estados Unidos en la frontera en el año fiscal 2022.
Tras el fin del Título 42, el Gobierno estadounidense aplica el Título 8, que agrava las sanciones para aquellos que crucen la frontera de forma ilegal.