La Policía Federal belga detuvo este jueves 25 de julio a siete sospechosos de preparar un atentado yihadista en una operación antiterrorista preventiva por los Juegos Olímpicos de París, según informaron los diarios belgas Le Soir y DH Les Sport y la radiotelevisión pública francófona RTBF.
Las autoridades intervinieron en vísperas de la ceremonia inaugural de los JJ. OO. de París dado que la cita olímpica constituye un “objetivo potencial”, aunque hasta ahora no hay indicios de que los sospechosos quisieran atentar específicamente en los Juegos, indicaron a esos medios fuentes próximas a la investigación.
Las detenciones se produjeron en el marco de una operación europea coordinada entre varias autoridades judiciales y de inteligencia, agregaron las fuentes.
Los sospechosos, originarios la mayor parte de Asia Central, se declaraban pertenecientes al grupo terrorista Estado Islámico en el Jorasán, región que abarca territorio de Irán, Afganistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
A instancias de un juzgado de instrucción especializado en terrorismo, la policía realizó 14 registros que tuvieron lugar en diez localidades belgas, entre ellas Amberes, Lieja y Gante.
Las autoridades atribuyen participación en las actividades de un grupo terrorista y de financiación del terrorismo a todos los detenidos, que pasarán a disposición judicial.
Bélgica enviará equipos antidrones y perros detectores de explosivos a los Juegos Olímpicos
“La Francia ha pedido ayuda a varios países. Hemos examinado quién podíamos enviar y cuáles eran nuestras especialidades, y esto sin duda incluye los equipos antidrones y los perros detectores de explosivos”, dijo este martes en declaraciones que recoge la cadena pública neerlandófona VRT la portavoz de la policía federal, An Berger.
Bruselas también enviará a París un oficial de enlace, pero la Policía no precisó el número de agentes, que variará y cubrirá también el dispositivo de seguridad para los Juegos Paralímpicos que comienzan a finales de agosto.
Francia ha recurrido a países del entorno para contribuir a reforzar la seguridad de los Juegos Olímpicos, que comienzan este viernes y en los que se esperan entre 10 y 15 millones de visitantes para animar a los más de 10.000 deportistas que participarán.
En total, el país anfitrión desplegará 30.000 gendarmes propios, y hasta 45.000 en picos de afluencia, y acogerá a unos 1.800 oficiales extranjeros, de los cuales “varias decenas” serán de Bélgica, según la radiotelevisión pública francófona RTBF.
El Gobierno belga aportará, en concreto, un equipo especial antidrones encargado de localizar, identificar y derribar drones hostiles, si bien esta última maniobra correrá a cargo de las autoridades francesas.
Además, policías belgas con perros adiestrados controlarán los accesos a lugares donde se celebren competiciones, incluida la ciudad francesa de Lille, fronteriza con Bélgica, que albergará encuentros de baloncesto y balonmano, y otros agentes “ordinarios” contribuirán al control de las fronteras.
La cadena VRT agrega que el ministerio de Defensa ha dado a entender que también enviará expertos en desactivación y destrucción de explosivos.