Un fragmento del iceberg más grande del mundo se desprendió en la Antártida: ¿qué pasó?
Por primera vez en su historia documentada, el iceberg más grande del mundo, A23a, ha sufrido un desprendimiento de gran magnitud mientras se desplaza por el océano Atlántico Sur.
Un bloque de aproximadamente 19 kilómetros de largo y 6 kilómetros en su punto más ancho, con una superficie de 79 kilómetros cuadrados, se separó de la gigantesca masa de hielo, según confirmaron imágenes satelitales analizadas por científicos.
Este coloso de hielo, con una extensión de 3.360 kilómetros cuadrados y una longitud de 80 kilómetros, se desprendió de la Antártida en 1986.
Desde entonces, permaneció casi inmóvil en el mar de Weddell, pero desde diciembre de 2023 comenzó a moverse lentamente hacia el Atlántico Sur, arrastrado por las fuertes corrientes oceánicas.
Su trayectoria lo lleva en dirección a las islas Georgias del Sur, un territorio británico que alberga una importante biodiversidad, incluyendo colonias de pingüinos y focas que dependen del acceso al océano para su alimentación.
¿A qué se debe el desprendimiento del iceberg?
El iceberg A23a había permanecido prácticamente intacto durante décadas, salvo por la pérdida de fragmentos menores. Sin embargo, la reciente separación de un bloque de 79 km² marca un punto de inflexión en su evolución.
El oceanógrafo Andrew Meijers, del British Antarctic Survey, destacó la importancia de este desprendimiento:
Es sin duda alguna la primera parte significativa del iceberg que ha aparecido hasta la fecha.
La glacióloga Soledad Tiranti, quien se encuentra a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar de la Marina argentina, también confirmó la separación del fragmento.
Según Meijers, los icebergs de este tamaño desarrollan fracturas internas a lo largo de los años. Aunque A23a ha demostrado una notable resistencia, el hecho de que ahora comience a perder partes podría ser un indicio de una fragmentación progresiva.
En el pasado, icebergs gigantes han mostrado un patrón de colapso acelerado una vez que empiezan a perder bloques grandes.
Otros icebergs de gran tamaño se han desmoronado en pocas semanas tras sufrir desprendimientos significativos.
Este fenómeno podría indicar que A23a está entrando en una fase de descomposición más rápida, aunque los científicos aún no pueden predecir con certeza qué sucederá en los próximos meses.
¿Es una amenaza para la fauna marina?
Si bien la pérdida de este fragmento no alterará la trayectoria de A23a hacia las islas Georgias del Sur, sí podría tener implicaciones para la vida marina de la región.
Las islas albergan importantes colonias de pingüinos, focas y otras especies, que dependen del acceso a las aguas circundantes para obtener alimento. Si el iceberg llegara en una sola masa, podría bloquear temporalmente las rutas de alimentación de estos animales, generando un impacto en sus poblaciones.
Sin embargo, si A23a continúa fragmentándose en bloques más pequeños, el riesgo para la fauna podría disminuir.
Si se desmorona en múltiples fragmentos, la amenaza para la fauna disminuirá, ya que los animales podrán maniobrar con mayor facilidad entre los bloques de hielo.
Por ahora, los científicos seguirán monitoreando el comportamiento del iceberg para determinar si este desprendimiento es un evento aislado o si marca el inicio de una desintegración más acelerada.