Defensoría del Pueblo alerta por grave crisis humanitaria en Guaviare tras hallazgo de fosa común
La Defensoría del Pueblo de Colombia emitió un duro pronunciamiento este 2 de julio de 2025, tras el hallazgo de una fosa común con ocho cuerpos en Calamar, Guaviare.
Según el organismo, los hechos reflejan el deterioro acelerado de la situación humanitaria en la región, en medio de una disputa armada entre estructuras disidentes de las Farc.
En su comunicado, la Defensoría explicó que los cuerpos hallados corresponderían a líderes sociales y religiosos desaparecidos desde abril, lo que coincide con la alerta temprana AT-01 de 2025 sobre la presencia de grupos armados ilegales, especialmente en zonas donde actúan las estructuras conocidas como “línea de Mordisco” y “Calarcá”.
Principales alertas de la Defensoría en Guaviare
- Exigencia a la Fiscalía y la Fuerza Pública: Se solicitó acelerar las acciones para la recuperación de cuerpos de personas desaparecidas desde abril, lo que ya se logró con el hallazgo de la fosa en Calamar.
- Llamado humanitario a grupos armados: La Defensoría pidió que se respeten medidas que permitan alivios a la población civil en medio de la confrontación armada.
- Sin acceso humanitario en zonas afectadas: Las comunidades permanecen sin ingreso de ayuda básica debido a confinamientos, restricciones de movilidad, bloqueos armados e inundaciones recientes. A pesar de los anuncios de la Unidad para las Víctimas y la UGRD, no se ha logrado hacer llegar alimentos ni servicios esenciales.
- Grave situación de pueblos indígenas: Se denunció el riesgo de extinción física y cultural de los pueblos Jiw y Nükak, en medio del desplazamiento forzado y una alarmante persistencia de violencia sexual contra mujeres y niñas.
La Defensoría aseguró haber recibido reportes de explotación sexual sistemática y pidió a la Fiscalía y al Gobierno adoptar medidas urgentes de protección, en cumplimiento de fallos de la Corte Constitucional.
El contexto del hallazgo en Calamar
El comunicado de la Defensoría coincide con la revelación del hallazgo de una fosa común con ocho cuerpos en zona selvática de Calamar, luego de que un presunto integrante de las disidencias de las Farc confesara el crimen tras rendirse ante la presión militar.
Las víctimas habían sido citadas por hombres armados en abril. Según la Fiscalía, eran líderes sociales y religiosos. El caso encendió las alertas sobre la situación de derechos humanos en Guaviare, donde más de 30.000 personas permanecen confinadas y sin asistencia por cuenta de la violencia.
