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¿Cómo se logró la postulación de María Corina Machado al Premio Nobel de la Paz 2025?

Por: Lic. Carlos A. Escalante

El 5 de julio de 2024, Día de la Independencia de Venezuela, inicié con profunda convicción una campaña internacional para promover la postulación de María Corina Machado al Premio Nobel de la Paz 2025.

En ese momento, las postulaciones para el año 2024 ya estaban cerradas, pero comprendí que era el instante preciso para comenzar un movimiento simbólico y global en torno a una mujer que se estaba consolidando como un referente de la democracia, la libertad y los derechos humanos en nuestro continente.

Fue un proceso nuevo y desafiante para mí, pero también profundamente inspirador. Busqué amigos y aliados en distintas regiones del mundo para respaldar esta iniciativa y darle un alcance internacional. Recuerdo especialmente a Max Guerra en Barcelona, Paciano Padrón en Miami, Juan Pablo Guanipa en Venezuela y Freddy Serrano en Colombia, entre muchos y otros que, con generosidad y compromiso, se sumaron al esfuerzo.

También conté con el apoyo de organizaciones a las que pertenezco, como la ALACOP y la AVENCOPOL, que ayudaron a impulsar la idea y difundirla.

Aquel llamado, más allá de la nominación, se convirtió en un acto simbólico de respaldo a la lucha que María Corina Machado libraba dentro de Venezuela, enfrentando la censura, las amenazas y la inhabilitación impuesta por el régimen.

El proceso buscaba hacerse viral a nivel mundial, como una forma de visibilizar su causa y apoyar indirectamente la campaña democrática que lideraba en un contexto de represión y de una democracia reducida a su mínima expresión.

Hay que recordar que María Corina (inhabilitada por la dictadura) cedió su candidatura a la Dra. Corina Yoris, quien a su vez también fue bloqueada por la Dictadura. Fue entonces cuando se recurrió al diplomático Edmundo González Urrutia, quien prestó su nombre con valentía para representar la opción democrática que ella inspiró y articuló.

El 28 de julio de 2024, el pueblo venezolano habló con claridad. El triunfo fue contundente y reconocido por el mundo entero y la opción democrática dejó al descubierto la realidad: la dictadura de Nicolás Maduro había sido derrotada moral y políticamente por mas del 70% de los votos.

El silencio del régimen solo confirmó lo que ya era evidente: Venezuela había decidido su futuro.

Hoy, al mirar atrás, me siento profundamente orgulloso. Tal vez solo aportamos un grano de arena, pero fue un impulso inicial que contribuyó a visibilizar la grandeza de una mujer y la esperanza de todo un pueblo. Agradezco de corazón a todos los que me acompañaron en este camino.

Como venezolano, viví este proceso con emoción, compromiso y la convicción de que la verdad, la libertad y la paz siempre terminan abriéndose paso.

Lic. Carlos A. Escalante
10 de octubre 2025

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