Nunca te has preguntado ¿Antes que existiera la ciencia médica o los fármacos, con que se sanaba la gente?
Te podrías sorprender sobre el alto porcentaje de fármacos que surgieron de extracciones químicas en plantas naturales, entre ellos destacan ciertos antibióticos, corticoides, y antitumorales, así como la aspirina y la morfina.
Por otro lado, Dios nos diseñó de una manera tal que pudiéramos resistir la mayoría de las enfermedades que vendrían sobre nuestro cuerpo gracias al Sistema Inmune.
Se postula que el sistema inmune existiría porque existe la agresión endógena (interna) y exógena (externa, de afuera). Es así que sus principales funciones son la defensa contra microorganismos y la inmunovigilancia contra la emergencia de tumores y de enfermedades autoinmunes y alérgicas.
En estos tiempos de pandemia, creo que es pertinente alimentarnos de una manera tal que podamos enfrentar un contagio por Covid-19, es decir que podamos fortalecer nuestro sistema inmune y así, además de los tratamientos médicos recomendados, hacer un aporte de forma natural a nuestro cuerpo y vencer la enfermedad.
¿Cómo saber que mi sistema inmune no está bien? Ciertos signos como herpes labiales, caída del cabello, dificultades en la cicatrización o dolores musculares sin causa aparente pueden ser resultado de una inmunosupresión de bajo grado.
El estrés prolongado, falta de higiene, falta de ejercicio, dietas inadecuadas o descanso insuficiente pueden ser posibles causas. En esta ocasión hablaremos de algunos nutrientes y alimentos que inciden directamente en el sistema inmunitario.
La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) reconoce que algunas vitaminas o minerales (cobre, hierro, selenio, zinc o vitaminas A, B6, B12, C y D, entre otros…) participan en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
Sin embargo, cuando hablamos de comer bien siempre surgen comentarios como: ¡para comer bien, hay que tener plata! ¡Hay que comprar muchas cosas raras! ¡y esa es la que no hay, en estos tiempos!
Sobre todo, si fuiste criado como yo, en un barrio del sur, donde el día que se comía medio bien había un cerro de arroz, un pulgar de carne y un vaso de frutiño.
¡Precisamente esa es mi preocupación! ¿Cómo una familia pobre puede tener un sistema inmune fortalecido si no tiene los recursos suficientes para llevar una alimentación saludable?
Quisiera recomendarles algunos alimentos de fácil acceso económico (baratos) que te pueden ayudar a mantener tu sistema inmune en buen estado. Por ejemplo, puedes encontrar la vitamina C que aumenta la producción de interferón (con acción especialmente antiviral) en la Guayaba, el mango, la piña, la naranja y el tomate.
La Vitamina A la consigues en el hígado, la mantequilla y el huevo. El Complejo B lo puedes encontrar en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos como el maní, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado, huevos y en los productos lácteos).
La Vitamina B12 en el hígado, carnes, pescado, huevos y productos lácteos. Los Flavonoides se encuentran en las verduras de hoja verde, frutas rojas, moradas como el caimito y cítricos. El Hierro se puede ingerir en alimentos como el Hígado, pescado, huevos y, en menor proporción, lácteos.
Elementos como el Zinc están en el hígado, legumbres, carnes, pescados, huevos y lácteos. El tabaquismo es un factor de riesgo en el déficit de cinc. Su carencia afecta fundamentalmente a órganos linfoides
Existen otros alimentos de fácil adquisición para los monterianos que hacen un aporte significativo al sistema inmune, por ejemplo, la fibra de algarroba, que contiene fundamentalmente celulosa, pectina, hemicelulosa, y lignina, que benefician la flora intestinal, disminuyendo las bacterias e incrementando los lactobacilos.
Además, la pectina, conocida como espesante, tiene otras propiedades: laxante, coagulante, bactericida, preventiva del cáncer, reductora del colesterol, ayuda a la formación de las membranas celulares, elimina metales pesados y sustancias tóxicas del organismo y protege la mucosa intestinal.
Otro alimento que ha estado sonando mucho por las redes sociales es la Moringa (Moringa oleifera), que según estudios científicos realizados en el 2012 sus hojas frescas tienen grandes cualidades nutritivas: más vitamina A, que las zanahorias; más vitamina C, que las naranjas; más calcio que la leche, más potasio que el plátano, más hierro que la espinaca y más proteína que ningún otro vegetal, con ellas se pueden preparar infusiones, ensaladas verdes, salsas, sopas o cremas, guisos, arroz salteado, frituras y aliños en general.
Ante la pregunta ¿Que comer en tiempos de pandemia? Algunos podrían decir: ¡Comeremos lo que podamos!, o más bien ¡comeremos lo que Dios nos dé!
Ya que la situación puede ser muy precaria, pero la salud, el alimento y las provisiones vienen del Señor, si confiamos en Dios y esperamos en Él , respiro y liberación vendrán de algún lado, todo lo que necesita nuestra familia y nuestro cuerpo Dios nos lo puede dar, las sagradas escrituras lo así lo afirman:
Santiago 1,17: “Todo lo bueno y perfecto que se nos da, procede de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay cambios ni sombras”. (Versión Dios Habla Hoy 2002)
Así que no estamos desamparados, ‘comamos bien o mal’, Él está con nosotros, no hay porque preocuparnos, ¡Él es nuestro ayudador!
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