La Navidad
“El origen de esta costumbre de Navidad se remonta a los romanos cuando, en Saturnalia, también intercambiaban regalos unos con otros… Como indica la Biblia, en el momento que los Reyes Magos le ofrecen obsequios al niño Jesús, es lo que en realidad debería ser la Navidad: unas fechas para hacer ofrendas a Cristo”.
Cada año por esta época nos concentramos celebrando la Navidad y el final del año correspondiente. La tradición familiar conlleva que todos reunidos se acerquen a la mesa para departir el espíritu navideño con la familia y allegados.
Un sentimiento que afloja con melancolía por las personas que no están en esta vida pero que a la vez sirve para recuperar la unidad familiar.
Todo empieza con la noche de velitas, la instalación en las ciudades y casas de las luces que las adornan, el arbolito y el pesebre con su novena y culmina con la cena.
Todos tenemos un niño adentro de nosotros que nos permiten ilusionarnos con esos días mágicos y darle a nuestros hijos y nietos una esperanza de vida que permita mantener vigente esas tradiciones.
En Colombia, se dice que tuvo su origen por un sacerdote ecuatoriano, Fray Fernando de Jesús Larrea, quien predicó en Colombia y Ecuador. “Cuentan que la fundadora del Colegio de la Enseñanza de Bogotá, Clemencia Caycedo, le pidió al sacerdote una novena de navidad”. Así consta en la historia conocida.
¿Por qué se celebra el 25 de diciembre? Dicen que el monje bizantino Dionisio al momento de establecer el ‘Anno Domini o Año del Señor’, dedujo que la fecha del nacimiento de Jesús era el 25 de diciembre, instituyendo de esa manera la celebración de la Navidad.
Es por eso que en esa fecha del 25 de diciembre al conmemorar el nacimiento de Jesús celebramos la Navidad en el mundo entero.
Debemos procurar tener el espíritu navideño que no es otra cosa que el ánimo de ver las mejores cosas pasadas y alegrarnos con la vida. Mantener nuestras tradiciones familiares y dar gracias a Dios por tener la dicha de estar presente en la mesa con todos nuestros seres queridos y recordando a los que partieron con alegría.
Allí se conjugan todos los sentimientos, la alegría y la nostalgia que juntos dan el ‘toque’ que inspira esa fecha.
Aflojan los sentimientos nostálgicos por los pesares y alegrías recibidas, siendo el momento de hacer un balance del comportamiento personal y familiar el cual, se debe hacer siempre pensado en la parte positiva y buscar las enseñanzas en aquellos casos que fueron severas las situaciones. Ese es el espíritu navideño.
No importa si lo recibido en poco o mucho, lo importante es la salud y el cariño de los seres queridos.
Nota al margen. Quiero expresarle a todos los que se toman el trabajo de leer estas reflexiones una feliz navidad y un venturoso año 2022. Que Dios nos proteja.
Omnis mundus iucundetur – Que el mundo entero se alegre (Término Eclesiástico – Cántico de Navidad –