Transparencia en las elecciones presidenciales
Opinión. Todos los Colombianos esperamos con fervor y Fe en la causa que estas elecciones presidenciales que se realizaran el día 29 de mayo hogaño, se realicen con eficacia, eficiencia y sobre todo trasparencia electoral, entendiéndose esto, como unas elecciones con rectitud y claridad en los escrutinios, reconteos, cumpliendo legalmente con el lleno de los registros y formularios donde constan los resultados y demás actuaciones por parte de la Registraduría, delegados y demás servidores públicos y particulares en ejercicio de funciones públicas vinculados por colaboración y complementación que garanticen que no habrá errores flagrantes o protuberantes, incluyendo fraude por algunos grupos ya que, es claro, y para nadie es un secreto, que se cometieron muchísimos errores y esos errores en la cantidad que se presenten son preocupantes, pues solamente pueden obedecer a que hubo alguna falla en la capacitación o en la manera como se diligenciaron los formularios y, por lo tanto, debe ser abordada y resuelta por parte de las autoridades electorales.
Se han difundido rumores acerca del fraude electoral que hubo en las elecciones a Senado y Cámara de representantes y por ello hay alertas que giran en torno a evitar que vuelvan a acontecer ese tipo de fraudes o “errores protuberantes”. Es claro que los entes pertenecientes a la superintendencia de Notariado y registro y delegados de control administrativos deben subsanar de manera clara los errores que se presentaron. Capacitación a los jurados, mirar qué errores se pudieron presentar en la digitalización y en la transmisión del preconteo y también que se haga una auditoría integral al software para que le dé plenas garantías al país. Son situaciones que se deben llevar a cabo de manera oportuna, con celeridad de transparencia y a la mayor brevedad posible.
Siendo así las cosas, la cita será, para cumplir con transparencia y determinación el ejercicio al voto. Ese día es uno de los importantes de la Nación por no decir que el más importante ya que se votara por quién se posicionará el 7 de agosto hogaño para suceder a Iván Duque y por tanto, toda Colombia estaría decidiendo a través de su voto de opinión, por quien debe tomar las riendas del Territorio Colombiano, otorgándole la batuta de la administración principal, es decir de la Nación bajo la rama ejecutiva del poder público y ejerza con consagración como jefe de estado, jefe de Gobierno y suprema autoridad administrativa.
Mucha gente, en su ignorancia, o para ilustrarlo mejor: en su falta de pedagogía electoral, no salen a votar, o bien salen a votar a las urnas marcando en blanco dejando al azar los designios de la Nación o bien sea porque esperan el incentivo económico para poder votar por algún candidato sin conocer siquiera sus propuestas o plan de gobierno punto por punto, por lo que el llamado que hago es, por un lado a que los ciudadanos votemos a conciencia, pensando en el bienestar general del país y no solo en el bienestar personal, dejando a un lado móviles rencorosos o impulsos de cadenas de desinformación e indisposición por cuenta de candidatos que están siendo ultrajados y difamados en redes sociales a sabiendas que esas pantomimas no son las que determinaran la posesión de explícito presidente sino más bien crearan odios y represiones por parte de quienes no conocen la historia a cabalidad; por otro lado, está el deber de los entes de control, jueces de la república y delegados de la Procuraduría general de la Nación para que velen por el cumplimiento de las garantías constitucionales en cuanto a la transparencia y eficacia electoral, supervisando en todo tiempo que no haya vulneraciones o irregularidades que atenten expresamente contra el debido proceso y demás postulados que ampara la Constitución y el Código electoral.
Ahora bien, Garantizar la transparencia de las elecciones y que el país pueda conocer no es una misión sencilla, y más aun teniendo en cuenta hechos irregulares que han venido sucediendo en los procesos electorales recientes, como consecuencia de lo anterior, los resultados en tiempo récord, es la misión que tiene a su cargo la Registraduría Nacional del Estado Civil, la cual, según informo días atrás, lidera un plan de acción para garantizarlo. Como parte de esta estrategia se adquirió un software de escrutinio, que es como una base de datos que sube todos los datos exactos de conteo y reconteo a dicho sistema.
No obstante lo anterior, no está de sobra tomar medidas al respecto. Me parece que es necesario tomar correctivos de carácter inmediato antes, durante y después de las elecciones para asegurar a plenitud el principio de la transparencia. Creo que es urgente que el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría puedan aprender de las circunstancias acontecidas y que se tomen medidas como las de revisar de manera exhaustiva el mecanismo aleatorio de selección de jurados, la capacitación de los jurados, que tengan la capacidad de verificar cuáles fueron los errores que se pudieron haber cometido en la transmisión del preconteo y, por supuesto, hacer cotejable en tiempo real tanto los E-14 como los formularios que se adelantan ya en la parte de escrutinio para que no haya discrepancias. Y, adicionalmente, creo que es muy importante que se puede hacer una auditoría exhaustiva de todo lo que son los softwares de escrutinio, sistemas de información y registro, para que no haya ninguna duda con respecto a la idoneidad tecnológica que se aplica por parte del Consejo Nacional Electoral.