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Preocupación por los procesos de lectoescritura

Por: Raúl Bader Correa*

Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, dice “La lectura es la clave del desarrollo”. Si la lectura es la clave del desarrollo, entonces, ¿Dónde está la UNESCO para capacitar a los docentes en didáctica de la lectoescritura? ¿Dónde están las maestrías y doctorados para los docentes? ¿Están los docentes de los grados de preescolar, primaria, secundaria y media desarrollando estas habilidades desde sus áreas o asignaturas específicas?

La doctora en psicología, educación y valores María Jesús Campos, dice: “Si analizamos bien, la lectura es una de las bases para ir adquiriendo muchos otros aprendizajes. A nivel académico es uno de los ejes sobre los que se apoya el tratamiento y aprendizaje de nuevos contenidos. Pero no solo a nivel académico, en muchos otros contextos es fundamental”.

Es cierto que la lectura ayuda a las personas a instruirse, entretenerse y a educarse, pero tenemos que reflexionar acerca de los procesos que se están desarrollando. Es decir, se necesita que los niños en los grados de primero, segundo y tercero sepan leer y escribir bien con el fin de que pasen al grado siguiente sin presentar dificultades en estas habilidades.

Además, es inconcebible que algunos niños de primaria pasen de un grado a otro sin saber leer y escribir bien o como pasa en la mayoría de los casos que no saben, y muchos menos que estén en la secundaria, debido a que al no saber leer y escribir tendrán problemas, dentro de los cuales se pueden mencionar los siguientes: deserción escolar, pena con sus compañeros, rebeldía en las actividades en clases, bajos rendimientos académicos, problemas con sus padres o familiares a cargo, entre otros.

Tanto la UNESCO como la OCDE tienen que acompañar estos procesos invirtiendo en capacitaciones a los docentes y que estos también contribuyan desde sus conocimientos y experiencias a mejorar dichos procesos. Queda claro, entonces, que todos los actores en la enseñanza de estas habilidades deben aportar su granito de arena para que no se presenten estas dificultades en que al docente del grado siguiente le toca devolverse a los temas del grado anterior para enseñar a leer y a escribir bien, sin mencionar las operaciones básicas en matemáticas, que es otro tema de gran importancia y que merece mucha atención.

Según la UNESCO, 773 millones de adultos y jóvenes en todo el mundo carecen de competencias básicas de lectoescritura. Cuando uno lee estas cifras y consulta los resultados de las pruebas saber, ICFES, PISA, entre otras, en todo el mundo, el rendimiento académico por institución, se evidencia que el problema persiste y nadie hace nada por mejorarlo. La UNESCO solo se limita a dar cifras y datos que aterran y no se ve el acompañamiento a los países donde este problema es común y se repite el ciclo y no pasa nada.

Invito a la reflexión para que este tema sea tratado con responsabilidad. Naturalmente, las instituciones educativas cuentan con personal capacitado y con mucha experiencia, pero falta un poco más de entrega para reducir o eliminar esta dificultad.

*Licenciado en educación básica con énfasis en humanidades, lengua castellana e inglés. Magister en gestión de la tecnología educativa. Candidato a doctorado en ciencias de la educación.

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