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Avanza investigación por extraña muerte de un sacerdote en una discoteca

Medellín. El fin de semana fue encontrado sin signos vitales, desplomado en una mesa de un bar de la zona rosa de Medellín, en el barrio Laureles, el sacerdote Javier Eduardo González, oriundo de Planeta Rica, Córdoba.

Esta semana se siguen conociendo detalles acerca de la extraña muerte del religioso. Según la información entregada por la Policía, el cuerpo fue hallado sin vida en una de las mesas de la discoteca, lugar en el que se percataron del fallecimiento hasta ultimar la fiesta, pues pensaban que estaba dormido.

“Él es encontrado en un establecimiento abierto al público. Aparentemente, cuando van a cerrar el establecimiento comercial, los dueños del lugar evidencian que el señor se encuentra acostado sobre la mesa y al intentar moverlo evidencian de que él había fallecido”, dijo el coronel José Miranda, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.

Aunque no se conoce el dictamen oficial de Medicina Legal, se especula que fue víctima del suministro de escopolamina debido a que algunas de sus pertenencias no fueron encontradas junto a su cuerpo, lo que significaría que le dieron esta sustancia con el objetivo de robarlo.

“De la primera información, posiblemente sí hubo un hurto de algunas de sus pertenencias, pero estamos ya en la investigación, esta investigación la tiene el CTI, esperemos que pronto den más detalles”, recalcó el subcomandante.

Sin embargo, ha llamado la atención que, según los dueños del establecimiento, el sacerdote, antes de fallecer, estaba en compañía de un hombre que habría desaparecido instantes después de su muerte. No obstante, las autoridades, en el marco de la investigación, revelaron que entró solo al sitio.

“Lo primero que tenemos es que llegó solo a la discoteca, y estaba hablando con otra persona, pero hace parte de la investigación que tiene el CTI”, dijo el coronel.

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