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Incendio subterráneo en Cerro Bravo: ¿Cómo apagarlo y cuanto tardaría?

El humo y las brasas rojas que se aprecian en una de las laderas del volcán Cerro Bravo, en el sector de La Virgen sobre la vía Bogotá-Manizales es una anomalía térmica que, además de causar dificultades en el servicio de gas en el sur occidente del país, ha generado muchas preguntas.

Este incendio sin llamas es difícil de combatir, según expertos, pues lo que se está quemando es el suelo. 

Guillermo Rien, profesor de Ciencias del Fuego del Departamento de Ingeniería mecánica del Imperial College London, explicó para el medio Red + que a este suceso se le conoce como proceso de combustión latente y es similar al de un cigarrillo.

“No tiene llama, pero produce humos con fuerte componente de materia orgánica y esas emisiones hay que seguirlas de cerca para que no se acumulen y afecten a las poblaciones cercanas”, afirmó.

Aunque el origen todavía está siendo estudiado por el Servicio Geológico Colombiano, se ha descartado que tenga relación con la actividad volcánica de la zona.

Pero el experto explica que tanto la caída de un rayo, como un proceso natural de autocalentamiento o una acción humana, son hipótesis viables.

“En estos incendios del subsuelo, lo que se quema es el suelo, que si son turba, (tipo de suelo), se vuelven muy susceptibles de combustión cuando están secos. Que se vea al rojo vivo indica las altas temperaturas”, señaló.  Esta se ha registrado alrededor de los 700 °C.

Esta actividad anómala es muy cercana a un gaseoducto y es la razón de la suspensión del servicio de gas, como explicó la ministra de Minas, Irene Vélez.

Para el profesor Rein, la cercanía al gaseoducto es el riesgo mayor, pues el intenso calor puede dilatar el suelo y dañar la infraestructura.

“El incendio se va a mover despacio, pero estoy seguro de que no es el único punto. Debe haber varios”, señaló en la entrevista para el medio mencionado.

Incluso, trajo a colación varios ejemplos de incendios de combustión latente que se han registrado en el mundo, como en Australia, donde un incendio de este tipo lleva quemándose 6 mil años aproximadamente.  

En la ciudad de Centralia, en Estados Unidos, también ocurrió y en Indonesia “hay incendios bestiales en temporada seca, que nadie puede apagar y hay que esperar a que lleguen las lluvias”, afirmó.

De acuerdo con el experto, hay cerca de mil activos ahora, pero los únicos que se apagan solo son los que tienen efecto en las personas.

Sobre las posibles soluciones para contenerlo, Rein dice que pueden ser varias.

“Lo que más funciona es retirar el combustible, hay que identificar si es turba o carbón y recortarlo casi que como en una misión militar”.

O se puede controlar parcialmente con agua, lo que requeriría enormes cantidades, incluso más de la que se usa para controlar incendios forestales. 

“Cerrar la entrada de oxígeno, añadir agua, retirar el combustible a lo mejor pueden reducir el tamaño del incendio”, mencionó.

Sobre lo que sí tiene certeza es sobre la duración, pues dependiendo del combustible puede durar semanas y hasta meses.

Por ahora la Dirección Nacional de Bomberos está en terreno para determinar alternativas para el manejo del fenómeno. Y por su parte, el Servicio Geológico Colombiano complementará el análisis con estudios adicionales.

El Instituto Colombiano de Petróleos (ICP) desarrollará un estudio geoeléctrico para definir la profundidad de la capa que se está incinerando y qué materiales serían los causantes de la emergencia, como informó el Ministerio de Minas en un comunicado.

Entre las medidas que ya se están aplicando, la transportadora de gas TGI está cambiando su tubería por una más flexible. 

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