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Álex Quintero: una visión artificial llena de luz

Este hombre de 37 años recuperó la visión del ojo izquierdo gracias a un hecho sin precedentes en la Costa Caribe: un trasplante de córnea artificial.

Y es que la vida de Álex ha sido una épica salida de cualquier novela o película hollywoodense, los obstáculos han estado siempre ahí, pero de igual manera su capacidad para seguir adelante, acompañado de una guerrera que lo protege a capa y espada, su madre.

Cuando nació fue diagnosticado con el Síndrome de Gregg, lo que significó que tenía catarata congénita, un ductus arterioso en el corazón y sordera profunda a nivel de tallo cerebral.

Sin saberlo su vida estaría ligada a los quirófanos y aunque esta se empeñara en oscurecer su mundo, él, su mamá y los médicos, se encargarían de escribir un destino diferente.

A los tres meses de nacido fue operado de sus ojos para que pudiera ver por primera vez. “Le operaron uno, luego el otro, quedó con restos de cápsulas en el ojo, se le tapó el lagrimal del otro. Conclusión, fueron 4 operaciones para que el pudiera ver a los 3 meses”, relata su madre.

Su proceso siguió y aunque su familia se encontraba contenta porque el pequeño Álex ya veía el amor que le profesaban, se presentó un nuevo obstáculo.

“Con el tiempo padecería de glaucoma, pues por error médico o falta de uno por no preguntar, las personas que sufren de cataratas y son operadas, con el tiempo, sufren de glaucoma y nunca nos dijeron eso”.

Un luchador incansable

Fue a los 8 años cuando Álex David dejó de ver por el ojo derecho. La luz que alegraba sus días mirando el mundo día a día, ya no lo podía acompañar por ese ojo. “Él decía que veía negro, no se pudo hacer nada”.

Pasado el tiempo, fue operado del ductus arterioso y para el caso de sus oídos fue llevado hasta Estados Unidos, puesto que allá se hablaba ya del Implante coclear, ese pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar.

Sin embargo, debido al problema de la vista “no era conveniente combinar las dos cosas. Lo dejamos así quieto porque entre oído y vista elegimos lo segundo”, confesó su madre.

Fue exactamente a los 17 años que definitivamente el destinó cegó la vida de Álex, el ojo izquierdo, su ventana al mundo exterior fue cerrada. Su problema de visión terminó por dejarlo ciego.

“Se le empezó a colocar el ojo blanco, hasta que se le blanqueó totalmente. Lo llevamos a varias partes y fue triste porque nos dijeron que le diéramos calidad de vida, pero un hijo sin oídos, sin hablar y sin ojos para ver, cómo sería la vida de él”.

Una vez más, Rose Mary estaba dispuesta a darlo todo por su hijo. Así llega a las manos del Doctor César Carriazo Escaf que desde el primer momento le dijo “yo sí me atrevo”.

Sin embargo, la mujer precisó que “había que hacerle cinco operaciones en una, por lo que el riesgo era alto”.

Tres operaciones más

Si cuando bebé ya había soportado cuatro operaciones, ¿por qué cuando grande no iba a poder pasar por tres más? Pues bien, nuevamente Álex David y el quirófano estarían frente a frente.

El doctor Carriazo y su equipo trasplantaron de manera exitosa la córnea del joven, sin embargo con los días fue rechazada.

Toma número dos, como en las películas. El procedimiento quirúrgico fue exitoso, pero al momento de retirar los puntos, una vez más la córnea fue rechazada por el cuerpo de Álex, a lo mejor era una premonición de lo que seguía.

Normalmente se cree que la tercera es la vencida, pero en la vida de Álex nada se rige por lo “común”. Un tercer intento fue rechazado. “Ya con el tercer trasplante su visión disminuyó totalmente, el veía solamente los bultos”, comentó su madre.

“Hablamos con el doctor y nos dijo que solamente nos quedaba una esperanza y era hacerle la queratoprótesis (implante de córnea artificial) y que era un riesgo que había que correr”.

Para poder realizar este procedimiento, debido a que el costo de la prótesis oscila entre 7 mil y 15 mil dólares (entre 29 y 62 millones de pesos), su hija que se encuentra en Estados Unidos realizó una colecta poder completar el dinero.

“Mi hija nos ayudó en una campaña y le agradezco a amigos, familiares y personal de la clínica que nos colaboraron para poder hacerle la cirugía a Álex David”, comentó la mujer.

La queratoprótesis de Boston

El procedimiento que se llevó a cabo el pasado 22 de abril, fue un trasplante de córnea en el que se utilizó una queratoprótesis de Boston, las cuales son córneas sintéticas.

El equipo fue conformado, además de César Carriazo, por la doctora Luisa Anaya, el doctor Luis Fernando Mejía, la doctora Andrea Hoyos y el equipo de anestesia. Unos 20 minutos duró la cirugía que daría a Álex una visión artificial llena de luz, un hecho si precedentes en el Caribe colombiano y que se ha realizado en tres ocasiones (todas por Carriazo) en el que Álex ha sido el que mayor éxito ha tenido.

“La cornea es el lente externo del ojo que cuando se daña se trasplanta, pero mucha gente no acepta los trasplantes o por algún motivo rechaza y se daña la superficie ocular y no tenían más alternativas que estas córneas artificiales que se han ido perfeccionando”, detalló Carriazo.

Asimismo, el oftalmólogo indicó que estas córneas se usan como último recurso en pacientes que están ciegos a expensas de la superficie anterior, es decir, no todas las personas pueden utilizar este tipo de procedimiento quirúrgico.

“Deben tener, por lo menos, el nervio óptico y la retina, funcionante, no perfectas, funcionantes porque sino la queratoprótesis no sirve. Los pacientes quemados, con rechazos múltiples, crónicos, se benefician mucho de esta tecnología”.

El procedimiento

Según explicó el también Presidente de la Sociedad Colombiana de Oftalmología, este tipo de procedimientos mayormente se realiza de manera particular, pues son poco usuales al haber pocas personas que lo hagan.

En ese sentido, detalló que la cirugía consiste en “reemplazar la córnea. Adentro hay un lente que es el cristalino y hay que quitarlo junto a toda la estructura interna del ojo, el iris, se deja solo la retina y se reemplaza la córnea por una artificial”.

Luego de eso “se hace una vitrectomia de toda la parte posterior, se reseca el iris, la estructura del cristalino, se implanta la queratoprótesis sobre una cornea donante, que se usa generalmente, pero el centro es la queratoprótesis que es por donde el paciente va a ver”.

Cuidado absoluto

El doctor Carriazo, comentó que desde el día posterior a la cirugía los pacientes van a ir teniendo visión y que con el pasar de los días se va a ir aumentando debido a que “de todas maneras hay un trauma durante el procedimiento”.

Es por ello que “deben quedar en controles permanentes, porque hay que ponerles un lente de contacto permanente, hay que ponerse unas gotas y tienen que estar viniendo a la clínica una vez al mes a hacerse una limpieza de la superficie ocular y vigilarlos”.

Más innovación

El doctor Cesar Carriazo posee 12 patentes internacionales en diferentes ámbitos de la investigación y la innovación en cuanto al ojo se refiere.

En ese sentido, además de la realización del trasplante de córnea hay otras innovaciones en las que se encuentra trabajando, una de ellas es la Remodelación corneal pensada para el queratocono.

“Es una enfermedad de la córnea, de la parte anterior del ojo, esa córnea se tuerce o se daña y hasta el día de hoy solo había anillos o prótesis para endurecer la córnea, pero no había una solución real refractiva para que el paciente volviera a ver bien y con esta tecnología hemos encontrado una de las formas para que el paciente pueda ver bien”, finalizó Carriazo.

Rose Mary, una guerrera total

Por el solo hecho de haber estado en todo momento, apoyando a su hijo, moviendo cielo y tierra para que Álex David pudiera tener una vida normal, lo que ha hecho Rose Mary Pinede es equivalente al de una guerrera.

Sin embargo, en medio de ese proceso, la mujer de 63 años padeció un cáncer de mama, lo que significaba para ella no solo luchar por su salud sino hacerlo también por su hijo. Luchar por dos vidas cuando el destino se empeña en torcer todo. Pero, su amor siempre fue superior.

“He sido una guerrera, luchadora, de todo porque aunque suena mal decirlo me tocó luchar con un cáncer que me tocó sacarla adelante. Doy gracias a Dios, a la vida, a la gente que me ha apoyado porque he salido con esa enfermedad de mi hijo que ya no la considero como tal y que la mía ya está curada”, precisó la mujer.

(El Heraldo)

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