El astronauta latino de la NASA, Frank Rubio, lleva varios meses varado en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a desperfectos en la nave que debería traerlo de vuelta a la Tierra.
A pesar de esta situación, Rubio se muestra optimista y destaca las oportunidades futuras para astronautas latinos en el campo de la investigación espacial.
Nacido en Los Ángeles, California, de padres salvadoreños, Frank Rubio se encuentra en la EEI, ubicada a aproximadamente 400 kilómetros de la Tierra.
En una entrevista desde el espacio con la cadena Univision, Rubio expresó su entusiasmo por la posibilidad de que más hispanos tengan la oportunidad de participar en proyectos de investigación en la órbita terrestre baja.
Frank Rubio, seleccionado por la NASA en 2017, se graduó de la Academia Militar de EE. UU. y tiene un doctorado en medicina. Además, cuenta con experiencia como piloto de helicópteros y ha volado en misiones de combate en varios países.
También es médico de familia certificado y cirujano de vuelo. Antes de unirse a la NASA, estaba asignado al 10º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportadas) en Fort Carson, CO.
A sus 47 años, Rubio lleva cerca de seis meses en la EEI y es probable que duplique ese periodo, convirtiéndose en el primer astronauta estadounidense de origen latino en permanecer un año en el espacio.
Aunque se encuentra en buen estado de salud, Rubio anhela regresar a casa y reunirse con su familia.
Sin embargo, problemas técnicos han retrasado su retorno, y es posible que deba permanecer de tres a seis meses adicionales en la estación espacial.
El astronauta explicó que la nave Soyuz, que debería llevarlo de regreso a la Tierra, ha sufrido daños, específicamente una fuga de refrigerante, lo cual impide su retorno.
Aunque se espera que el problema se resuelva pronto, no se proporcionaron más detalles al respecto.
Antes de su llegada a la EEI, Rubio se preparó durante cinco años y realizó un riguroso entrenamiento para esta misión. También aprendió ruso para comunicarse mejor con sus compañeros de investigación en la estación espacial.
Aunque su idioma materno es el inglés, Rubio habla un español perfecto aprendido de sus padres, lo cual le facilitó el aprendizaje del ruso.
En septiembre de 2022, Rubio se unió a los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Serguéi Petelin en la EEI. Allí se encontraron con otros astronautas, incluyendo a tres rusos, Bob Hines, Kjell Lindgren, Jessica Watkins de la NASA, y Samantha Cristoforetti de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Rubio elogió el apoyo constante de su familia y expresó su agradecimiento especial a su madre, quien siempre le dijo que todo saldría bien.
Además de su experiencia personal, Rubio habló sobre la intensa labor científica que se lleva a cabo en la Estación Espacial Internacional.
Se realizan estudios sobre cultivos hidropónicos y aeropónicos para explorar la posibilidad de producir suficiente comida para futuras expediciones a la Luna y Marte.
También se investiga el impacto de la microgravedad en el cuerpo humano, especialmente en el caso de Rubio, quien podría pasar cerca de un año en la EEI.
El astronauta realiza ejercicio diariamente para contrarrestar la pérdida de masa ósea, una preocupación común en entornos de gravedad reducida.