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Bacterias modificadas tendrían la capacidad de aniquilar células cancerosas

Científicos de las universidades de San Diego (Estados Unidos) y Adelaida (Australia) han explorado la posibilidad de emplear microorganismos genéticamente modificados para la detección y eliminación de células cancerosas. En este estudio, liderado por el investigador Robert Cooper, se seleccionó la bacteria Acinetobacter baylyi y se la modificó para que pudiera identificar un gen específico. Esta innovadora técnica permitiría que las bacterias funcionen como biosensores, señalando la presencia de un tumor en desarrollo.

Acinetobacter baylyi es una variedad bacteriana perteneciente al género Acinetobacter, el cual engloba diversas especies de bacterias Gram-negativas, aerobias o facultativamente anaerobias. Estas bacterias son comunes en el medio ambiente y se encuentran en suelos, agua y diversas superficies.

Algunas especies de Acinetobacter, como Acinetobacter baumannii, son conocidas por ser patógenas en humanos, especialmente en pacientes inmunocomprometidos, causando infecciones en entornos hospitalarios. Además, Acinetobacter baylyi es naturalmente competente, lo que significa que puede adquirir ADN del entorno y utilizarlo en su propio genoma, convirtiéndola en un organismo modelo para estudios de biología molecular y genética.

En esta investigación pionera, los científicos emplearon bacterias modificadas para detectar ADN tumoral en los intestinos de ratones. Utilizando la transferencia genética horizontal, un proceso que permite a las bacterias adaptarse a su entorno mediante el intercambio de genes, lograron que las bacterias identificaran y absorbieran el gen KRAS mutado, un precursor común de muchos tumores.

En cuanto a su aplicación práctica, los investigadores están considerando métodos no invasivos para administrar estas bacterias a los pacientes, posiblemente a través de cápsulas probióticas. Luego, se podrían analizar las bacterias utilizando muestras de heces, orina o sangre para detectar la presencia de ADN tumoral.

Este avance significativo marca un cambio fundamental desde los días en que los tratamientos contra el cáncer se basaban principalmente en tratamientos químicos agresivos. Aunque actualmente este método solo puede detectar mutaciones específicas para las que ha sido diseñado, presenta un potencial de sensibilidad superior a las biopsias líquidas, especialmente en las primeras etapas del desarrollo tumoral.

En resumen, esta técnica innovadora podría señalar el comienzo de una nueva era en el tratamiento del cáncer, aprovechando el poder de los microorganismos para colaborar en nuestra lucha contra la principal causa de muerte en el mundo.

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