El valor de cuidar lo público: construyendo una sociedad más fuerte y solidaria
Por Nena Botero
Asambleísta Internacional del G100 Mission Colombia
En medio del vertiginoso ritmo de la vida moderna, es fácil perder de vista la importancia y el significado de lo público. Nos encontramos inmersos en nuestras rutinas diarias, ocupados con nuestras responsabilidades individuales, y a menudo pasamos por alto el valor intrínseco de los recursos, servicios y espacios compartidos por toda una comunidad.
Sin embargo, es fundamental recordar que lo público constituye el corazón de nuestra sociedad. Desde los parques y calles hasta los sistemas de salud y educación, estos elementos forman el tejido social que nos une como ciudadanos y proporcionan los cimientos para un futuro próspero y equitativo.
Cuidar lo público va más allá de meras responsabilidades administrativas; es un acto de compromiso y responsabilidad compartida. Mantener limpia y segura una plaza o un parque no solo embellece nuestro entorno, sino que también contribuye al bienestar físico y emocional de quienes lo disfrutan. Del mismo modo, invertir en servicios de salud y educación de calidad no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece el tejido social y promueve la igualdad de oportunidades.
En este sentido, el cuidado de lo público es un acto de amor por nuestra comunidad y un compromiso con las generaciones venideras. Cada acción, por pequeña que parezca, contribuye al bienestar colectivo y al fortalecimiento de nuestra sociedad.
Sin embargo, el cuidado de lo público también implica defender su integridad frente a intereses privados que buscan explotar estos recursos en beneficio propio. Es crucial garantizar que los espacios y servicios públicos estén disponibles y accesibles para todos, sin discriminación ni exclusión.
En última instancia, el valor de cuidar lo público radica en la construcción de una sociedad más fuerte y solidaria, donde se promueve el bienestar de todos sus miembros y se garantiza la igualdad de oportunidades.
Al reconocer la importancia de estos recursos compartidos y comprometernos con su cuidado y preservación, sentamos las bases para un futuro más próspero y equitativo para todos.
En tiempos de incertidumbre y división, el cuidado de lo público nos recuerda que somos parte de algo más grande que nosotros mismos. Nos invita a mirar más allá de nuestras diferencias individuales y a trabajar juntos en pos de un bien común. En este sentido, el cuidado de lo público no es solo un deber, sino también un acto de solidaridad y esperanza para el futuro de nuestra sociedad.
