Aumentan a 13 los muertos por inundaciones en Bahía Blanca, Argentina

Las intensas lluvias que comenzaron en la madrugada del viernes y se extendieron hasta el mediodía descargaron más de 400 milímetros de agua en solo ocho horas, una cantidad que equivale a lo que normalmente llueve en todo un año en Bahía Blanca.
“Esto es algo inédito”, afirmó Javier Alonso, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. La ciudad, ubicada a 600 km al sur de la capital argentina, quedó “destruida”, según la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, con hospitales inundados, barrios aislados y miles de hogares sin electricidad.
El balance de víctimas mortales aumentó a 13 este sábado, de los cuales 11 ya han sido identificados. Las autoridades continúan buscando a dos niñas de 1 y 4 años, quienes habrían sido arrastradas por las aguas.
Además, cientos de personas permanecen evacuadas, aunque la cifra ha disminuido de 1.321 a alrededor de 850. La situación es crítica, con calles anegadas, infraestructuras colapsadas y un tramo de la ruta 3, una de las principales vías de comunicación, completamente destruido.
El impacto del cambio climático y la respuesta gubernamental
Andrea Dufourg, técnica en gestión ambiental y directora de políticas ambientales de Ituzaingó, señaló que este desastre es un “claro ejemplo del cambio climático”. “Eventos meteorológicos extremos, como lluvias intensas e inundaciones, son cada vez más frecuentes. No nos queda otra opción que preparar las ciudades, educar a los ciudadanos y establecer sistemas de alertas tempranas eficaces”, afirmó.
El gobierno nacional autorizó una ayuda de 10.000 millones de pesos (unos 9,2 millones de dólares) para reparar los daños. Mientras tanto, la ciudad enfrenta una crisis humanitaria, con hospitales evacuados, como el José Penna, donde personal médico y enfermeras tuvieron que trasladar a bebés recién nacidos con la ayuda del Ejército. Imágenes difundidas en redes sociales muestran el desastre: consultorios médicos inundados, comercios saqueados y calles convertidas en ríos.
Historias de resiliencia en medio de la tragedia
A pesar de la devastación, hay relatos de esperanza y resiliencia. Eduardo Seminara, un médico local, perdió su consultorio debido a las inundaciones. “Nos tocó un metro y medio de agua. Lamentablemente no quedó nada”, dijo al canal C5N. Sin embargo, destacó que su familia está a salvo: “No perdimos ninguna vida humana, nuestra familia está bien”. Su historia refleja el espíritu de una comunidad que lucha por recuperarse ante una catástrofe sin precedentes.
Bahía Blanca no es ajena a los desastres naturales. En diciembre de 2023, un temporal de vientos dejó 13 muertos y causó graves daños en la infraestructura de la ciudad. Ahora, con las lluvias moviéndose hacia el norte del país, el servicio meteorológico nacional ha emitido alertas naranjas para provincias como Tucumán, donde ya se registran inundaciones.
Un llamado a la acción en Argentina
Este desastre no solo expone la vulnerabilidad de las ciudades ante fenómenos climáticos extremos, sino también la urgencia de implementar políticas preventivas y sistemas de alerta eficaces. Mientras Bahía Blanca intenta recuperarse, el país enfrenta el desafío de prepararse para futuros eventos similares, en un contexto donde el cambio climático sigue siendo una amenaza creciente.