El Arte en todas sus manifestaciones es una expresión practicada por personas que tienen unas cualidades excepcionales.
El artista es digno de admiración, de respeto y de valoración. Para ello, es necesario que haya inversiones que nutran, que fortalezcan la dinámica cultural en los territorios.
La situación que ha tenido que afrontar el mundo durante casi todo el año 2020 ha dejado entrever que no existen posibilidades reales para que un artista de nuestro medio pueda tener él y brindarle a su familia una vida digna.
No existen plataformas que posibiliten el crecimiento de las personas que se dedican a la práctica de las manifestaciones artísticas. Se requiere que un artista de nuestro medio llegue a consagrarse para que tenga la posibilidad de vivir dignamente con lo devengado en el arte.
Entonces sí, después de la consagración llegará el respeto, el reconocimiento y la valoración.
Puede sonar manido, pero se necesita que los recursos del Estado lleguen de manera directa, ágil, democrática a los exponentes de las diferentes manifestaciones artísticas y culturales que existen en nuestro municipio.
La semana que termina tuve la oportunidad de moderar el Foro Festival Nacional de Mapalé, un salto al Patrimonio y a la Industria Cultural.
Este espacio fue propicio para que Luz Amparo Salcedo, Secretaria de Cultura Departamental manifestara que desde esta dependencia se realizará una convocatoria, en el presente año, en la cual se aspira entregar recursos a artistas, gestores y creadores del departamento de Córdoba en diferentes áreas.
Es justo y necesario que anuncios de iniciativas como esta lleguen a los agentes culturales de este territorio. Otros departamentos llevan varios años realizando convocatorias de Estímulos y de Concertación Cultural.
Esta es una muy buena forma de democratizar los recursos, ya que con las reglas claras los proponentes entran a demostrar cuán cualificados están en la práctica de sus ejercicios.
No es mentira, tampoco es secreto que nuestro departamento tiene en sus pueblos urbanos y rurales, una amplia gama de artistas, los cuales representan toda la diversidad que nos hace inmensamente prodigiosos en cuanto a las áreas artísticas y culturales.
He cavilado mucho ante el anuncio que hiciera la funcionaria en marco de este foro y creo que es muy importante que se inicie la puesta en marcha del sistema de convocatorias en el departamento a fin de fortalecer la dinámica cultural.
He concluido que en vigencias futuras se debe pensar en hacer crecer la bolsa que se destine, por parte del Gobierno departamental, para que sean muchos más los premios, becas o estímulos que se vayan a entregar.
Es preciso emprender una gestión ante el sector privado establecer alianzas importantes con sus representantes.
En el departamento de Córdoba existen varias empresas que, mediante la aplicación de incentivos tributarios a cambio de invertir en nuestra cultura, pueden llegar a realizar aportes sustanciales a esa gran bolsa que busca robustecer y dignificar la práctica de las manifestaciones artísticas.
Pienso que nuestros artistas no consagrados se merecen esta oportunidad.
Creo, además, que esta iniciativa debe llegar a tocar las puertas de los medios de comunicación, radios comunitarias, de interés público o comerciales, así como los medios impresos y digitales deben hacer parte de una cruzada que permita hacer visibles a tantos hombres y mujeres, jóvenes y adultos que dedican gran parte de su vida a la danza, al teatro, a la música, a las artes plásticas, a la parte audiovisual y a tantas otras y que cuando pasa el tiempo se dan cuenta que todo se trató de un hobby.
De esta iniciativa no se puede quedar por fuera la academia. Las universidades de nuestro territorio juegan un papel de preponderante importancia en este proceso.
Existen experiencias muy positivas en departamentos como Antioquia y Atlántico, por ejemplo, en los cuales sus universidades establecieron convenios con el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Cultura y posibilitaron la oportunidad de que personas empíricas con experiencia en procesos formativos pudieran homologar dicha experiencia y profesionalizarse como Licenciados en Artes, bien sea Música o Danza por mencionar solo dos.
¿Si ellos lo hicieron, porque nosotros no podemos hacerlo?
En últimas mi invitación es que se tome la iniciativa de hacer una articulación amplia que involucre a diferentes estamentos oficiales y no oficiales para que nuestros artistas, gestores y creadores dignifiquen su modo de vida.
Muchos han sido tan abandonados que ni siquiera un subsidio han recibido en esta pandemia. Soy un convencido que realizar estas acciones es algo justo y necesario.
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