El poder del dinero
Los orígenes en la historia del dinero, inician con la utilización de metales preciosos como forma de pago, en Mesopotamia, al rededor del año 2500 A.C.
Es aceptado de forma general para el pago de bienes y servicios, deudas en un mercado de oferta y demanda.
Pero el afán de obtener ese invento, cada día en el mundo se ha vuelto hasta peligroso.
Decía el abogado Francés Voltaire “quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por el dinero”.
Colombia se ha convertido en un país materialista, donde todo cuesta, lo más paradójico, le ponen precio al pensamiento de un pueblo entero y se impone la “monedocracia”.
Encontramos gobernantes que su discurso lo pasan de la cabeza al bolsillo, lo único que ofrecen para tener un beneficio electoral es el dinero, pero un país poco educado y poco culturizado como el nuestro es la resignación de votantes rasos, quienes han sido engañados por décadas y hoy solo se mira la puja del votante contra los candidatos, quien se engañe más.
Lo perverso de esta desenfrenada pasión, es que el candidato cuando llega al poder, utiliza el dinero del pueblo para ponerle valor a su actuación corrupta antes los administradores de justicia, valga recordar: el Cartel de la Toga, el Fiscal “Anticorrupción,” Jueces, Fiscales, Contralores, Magistrados, Procuradores entre otros; algunos son un ‘nido de ratas cluecos’ en sus dependencias judiciales, al servicio de la maldad.
Como es de grande el poder del dinero que a muchos les cambia el corazón físicamente y mentalmente; físicamente por aquellos que compran un corazón y se lo trasplantan, mentalmente por aquellos que cuando tienen el dinero cambian la forma de ser y se creen más importante que los demás.
Pero sigo diciendo, si tienes un buen carro ya te dicen doctor, así no hayas ido a la universidad, es otra lambonería del pueblo poco educado.
El pueblo se debe alejar de las doctrinas políticas que educan a través de las redes sociales y los medios de comunicación, que con la desinformación, pareciera que muchas veces están al servicio de este invento y no de la verdad.
Debemos buscar el camino de la educación, que unida con la formación ética y los valores, se alejen de darle el primer lugar al signo peso ($) y con el conocimiento y lo moral permitan una auto sostenibilidad en los diferentes campos de la vida.
Que tal si unimos la sabiduría con la fuerza espiritual de Dios, ¿estaríamos más cerca de la felicidad?
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