Córdoba vuelve a la Filbo
Aunque no me encuentro de cuerpo presente en FILBO 2022, la Feria Internacional del Libro en Bogotá, del 19 de abril al 2 de mayo de 2022, he delegado a mi hijo Daniel Otero Luna para que me represente, a la vez que pongo de ejemplo la labor del secretario de Cultura Departamental de Córdoba, Jairo Aníbal Doria quien, haciendo malabares, logró hacer un esfuerzo para llevar al Departamento de Córdoba a ocupar un puesto de exhibición en un evento internacional con el fin de que los autores terrígenos pudieran mostrar sus obras, luego de dos años de ausencia.
Merece un capítulo aparte nuestro Gobernador, Orlando Benítez Mora, quien se ha propuesto, a través de un verdadero secretario de cultura, apoyar todas las manifestaciones y expresiones de este departamento en el que ha sufrido, luchado y triunfado siempre consecuente con su pueblo de gentes sencillas y buenas.
Tener un Gobernador que se interesa por esas costumbres, manifestaciones culturales, lector de sus autores, admirador de su folclor, de sus decimeros y amigo del campesino, son componentes sociales que —se me ocurre a mí— deberían ser requisitos tácitos para que un hombre pueda aspirar a ser elegido en un cargo público. Me parece que en Orlando se dan muchos de estos patrones.
Hace rato que quería hacer parte de la pléyade de autores cordobeses que se muestran en Bogotá y hoy, mediante una edición de autor y gracias al apoyo de Orlando González Payares, puedo llegar con mi libro Huellas en Tinta China, a este stand buscando la visibilidad que me ha sido negada durante muchos años y por muchos mandatarios.
Gracias a los que siquiera hojeen mi libro y se paseen por los 36 años de historia gráfica, cultural, política y administrativa de Córdoba.
