Los bancos y otras entidades financieras apelan a las emociones y a un desplazamiento de los valores como la confianza, el respaldo y la responsabilidad, para incentivar o ’empujar’ a que las personas accedan a sus capacidades de endeudamiento.
Redacción. Las entidades bancarias aluden, por ejemplo, a fotografías familiares e imágenes llamativas que invitan a unas vacaciones de ensueño, a estar bien con el otro apelando a lemas como “nosotros confiamos en tí, por eso te prestamos dinero”, o “nosotros te vamos a acompañar”, entre otros.
Por su parte, los créditos hipotecarios, de estudios y de libre consumo son las líneas abiertas por las entidades financieras, cuyas premisas se basan en el endeudamiento para que el cliente logre estudiar o alcanzar algún otro objetivo personal.
Así lo revela la investigación de Iván Orlando López Arias, magíster en Psicoanálisis, Subjetividad y Cultura de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en la cual surgieron preguntas orientadas a responder: ¿por qué nos endeudamos, se puede pensar en un empuje al endeudamiento, y de ser así, de dónde emerge?
En el estudio se presentan elaboraciones estructurales desde el psicoanálisis en el terreno de lo inconsciente, con planteamientos de Sigmund Freud y de Jacques Lacan, especialmente.
Allí se explica además cómo la deuda se instala en la constitución misma de lo humano al organizarse en deuda simbólica; también se recorre la falta de objeto en relación con el fetichismo y el dinero, y por último se analizan los mensajes del discurso y su proximidad con el discurso capitalista.
“Tras una revisión me fui encontrando una y otra vez con que el sistema financiero desliza a los valores humanos que antes eran la confianza, la credibilidad y la responsabilidad, para que la persona acceda al crédito; y le venden valores como energía, felicidad, bienestar, tener lo que se quiere, y eso, más allá de ser económico, es algo psicológico”, señala el investigador.
Deudas, el sufrimiento del siglo XXI
El sentimiento inconsciente de culpa lleva a una necesidad de castigo también inconsciente, por lo que el puente entre la deuda y la manera como se endeudan las personas son un ejemplo de esa necesidad y ese castigo.
En este caso, el castigo se representa en los reportes negativos por no pago de las tarjetas de crédito y demás obligaciones, y allí se les dice a las personas que no tienen un historial limpio, no tiene un puntaje positivo y automáticamente esta queda cancelada o bloqueada para poder volver a acceder a otro crédito.
Actualmente, al hablar de una crisis de valor, más que aludir a emociones y sentimientos familiares, se piensa en algo económico, considerando al ser humano desde el tener, más que desde el ser.
Según la investigación, la cadena de valor a causa de una astucia en el discurso lleva al ser humano a creer que “teniendo” más va a “ser” más, en un escenario en el cual los que tienen sufren por tener más y los que no tienen sufren por no tener.
“Desde el psicoanálisis el dinero aparece como lo que engloba el discurso de ‘si tienes dinero, eres’, y al tener o manejar ese tipo de discursos del capitalismo se encuentra en la vida real una cantidad de sufrimiento, porque no le dicen a las personas cuánto dinero hay que tener para ser, y es ahí donde se pervierte el tema de los valores humanos”, sostiene el investigador.
Dentro de los ejemplos expuestos por el investigador resalta el lema de una reconocida cadena de almacenes: “si la tienes, lo tienes”, en la cual se manifiesta de una forma explícita el hecho de tener una tarjeta de crédito como única forma de tenerlo todo.
Fuente: Agencia Unal
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