La ingesta de alimentos ricos en omega 6 –como aceites de origen vegetal (girasol, soja y maíz)– en personas con obesidad, promueve el consumo de alimentos palatables (ricos en azúcares y grasas) y genera cambios neurobiológicos y conductuales asociados con la adicción a la comida.
Bogotá. Aunque actualmente se desconoce el consumo de este ácido graso esencial en Colombia, se recomienda consumir solo entre un 5 y 10 % del valor calórico total diario.
Por ejemplo, en una dieta de 1.800 calorías (kcal) ese valor calórico total equivaldría a entre 90 y 180 kcal, por lo que el consumo de omega 6 debería ubicarse entre los 10 y 20 gramos al día.
Así lo expone el estudio del nutricionista dietista Juan Pablo Morales, magíster en Fisiología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el cual fue socializado en una de las sesiones del programa Salud UNALContigo, de la Facultad de Medicina de la Institución.
La investigación, que partió de una muestra no representativa de personas con obesidad, evidenció un consumo de cerca de 50 gramos al día, lo que hace posible que las personas con obesidad estén consumiendo omega 6 en exceso.
En la intervención experimental se aplicaron algunas recomendaciones que buscan disminuir el consumo de omega 6 y aumentar el de omega 3. Los resultados arrojaron que las personas expuestas a la intervención experimental tuvieron una disminución estadísticamente significativa del puntaje de adicción a la comida, a través de la disminución del ácido esencial.
Según reportes de la OMS en 2015, más del 50 % de la población adulta en el mundo presenta algún problema con el peso: el 39 % sobrepeso y el 12,5 % obesidad.
En Colombia, para el mismo año el 38,8 % de la población presentaba sobrepeso y el 18,7 % obesidad. Más de la mitad de la población adulta presenta exceso de peso, a pesar de los esfuerzos realizados desde distintos grupos de trabajo interdisciplinarios para darle manejo a este problema de salud pública.
Por su parte, la adicción a la comida es una sobrealimentación compulsiva en presencia de alimentos palatables, es decir ricos en azúcares o grasas. Es una alteración de la conducta alimentaria que se caracteriza por una serie de cambios neurobiológicos.
Una persona con adicción a la comida busca constantemente estímulos placenteros en esta, consume a pesar de las consecuencias adversas, y presenta alteraciones tanto en la toma de decisiones como adaptativas (tolerancia y abstinencia por el consumo de la sustancia) y funcionales.
Según un estudio realizado en Alemania en 2017, las personas con peso adecuado tienen una prevalencia de adicción a la comida del 5,5 %, mientras que las personas con obesidad presentaron un 17 %.
Menos omega 6, más omega 3
En el contexto colombiano, las fuentes dietarias de omega 6 más altas están en los aceites vegetales (girasol 65 %, soya 57 %, maíz 50 %), las comidas rápidas y los productos de panadería. También se encuentra en alimentos ultraprocesados y conservas en aceite vegetal.
Por otro lado, el estudio menciona algunos productos para controlar el consumo de omega 6, como los aceites vegetales de oliva (9 %) y canola (19 %), cortes magros de carne (sin consumir la piel), frutos secos como maní (15 %) y almendras (12 %), y lácteos y derivados.
También se debe aumentar el consumo de omega 3, representado en pescados de agua fría (atún, sardinas, anchoas, salmón y arenque), pues poseen entre un 2 y 3 %; se recomienda además el consumo de nueces (9 %), semillas de linaza (20 %) y semillas de chía, que contiene un 62 % de este.
Además, se debe aumentar el consumo de omega 9, a través de la ingesta de alimentos como el aceite de oliva (50-70 %) y aguacate (13 %).
“Para nosotros es muy difícil saber con qué tipo de aceite prepararon nuestros alimentos, por eso es recomendable que las personas coman sus alimentos en casa, o en su defecto conocer o indagar sobre el tipo de aceite utilizado”, afirma el investigador.
Fuente: Agencia de noticias UNal
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