El satanismo inmerso en el socialismo
Hace unos días el país entero se conmovió, no solo por la muerte de un ciudadano por un abuso policial, sino la forma cómo unos protestantes destrozaron el país, protestando contra actuaciones del gobierno con el argumento que la única forma para que este los escuche es de esa manera.
Los manifestando fueron azuzados como lobos depredadores por ideólogos políticos de la izquierda socialista que lucha contra el gobierno en el país. Cuando vi las imágenes de los desmanes dije esto no es de Dios.
El líder del socialismo en Colombia, Gustavo Petro, le dijo al Espectador el 28 de junio del 2018 en una entrevista, que “el político que empieza su discurso con Dios es un pésimo político”, indicando que Dios no puede estar primero si no el pueblo, que no se utilice el nombre de Dios para hacer política, como si todos los proyectos políticos fueran del diablo, cuando la biblia en el libro de Daniel 2, 21 dice que solo Dios quita reyes y pone reyes. Esto demuestra que el personaje está muy lejos de Dios
En mí escrito manifiesto que el satanismo está inmerso en el socialismo. El crimen más grande del comunismo o socialismo es la destrucción del alma humana.
Este objetivo está claramente expuesto en el “Manifiesto Comunista”, de Karl Marx. Lo más aterrador para una persona es la destrucción de la fe, la creencia y la moralidad.
En la Biblia, el evangelio de Mateo dice: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.
El socialismo es una secta satánica que busca entrar al corazón de la persona, cuando esta entra es como la drogadicción es muy difícil de salir. Se convierten en ciegos y muy difícil ver la realidad, aceptando la muerte del alma y culpando a los demás por sus fracasos.
ejemplo Cuba destruida, convertida en un basurero, calcinada en la ruina, al igual que Venezuela, Nicaragua y encuentras gente que se hace matar por ese modelo de gobierno y culpa a otros países de su fracaso.
Pero aquí en Colombia cuando hablas de socialismo te citan a Rusia y China. Rusia es una parásita que vive de los países más pobres, saqueándoles sus riquezas como lo está haciendo con Venezuela, donde se le ha llevado todo el oro de sus reservas, sin embargo, es capitalista y China, que algunos incautos creen que se va a comer el mundo, lleva ya dos años falseando sus datos macroeconómicos y está reforzando al Partido y al ejército porque son conscientes de que la deuda les atenaza, que la economía ya no carbura, que deben repatriar inversiones y corren como locos desesperados por todo el mundo. Y saben que la forma de mantenerse en el poder es con las fuerzas militares.
El socialismo pasó de moda cuando se hundió la unión soviética, sin embargo muchos quieren hablar de democracia para imponer la autocracia.
En cambio EE.UU. sigue siendo, contra todas las profecías, la primera potencia mundial, la que más innova y de la que surgen la mayoría de las nuevas tecnologías, garantizables y de calidad como todo producto americano.
El socialismo indica el funcionamiento económico de las sociedades, la estructura de poder de una civilización, el devenir inevitable de la historia, queriéndote decir que si no estás con ellos lo que te pasará es la muerte. Los socialistas de verdad son tan duros de convencer y prácticamente impermeables a cualquier argumento racional. Porque no son otra cosa sino fieles de una religión.
Joshua Philipp manifiesta que cuando una hambruna barrió con Rusia en 1921, luego que el ex líder soviético Vladimir Lenin ordenara quitarles las semillas a los campesinos, entre 5 y 10 millones de personas murieron de hambre.
Según ‘El Libro Negro del Comunismo’, la respuesta de Lenin fue que la hambruna fue buena para el movimiento comunista, dado que “a hambruna destruiría la fe no solo en el emperador, sino también en Dios”.
También declaró Lenin: “En esta revolución tendremos que despertar al Diablo en la gente, para suscitar las pasiones más bajas. Nuestra misión es la de destruir, no edificar”. Esto lo relaciono con lo sucedido en Colombia con las manifestaciones públicas en contra del estado, trayendo lo planteado en los movimientos políticos del partido marxista-leninista”.
Cuando el movimiento M-19 se robó la espada de bolívar, el 17 de enero de 1974 lo hizo inspirado en el poema de Marx, ‘El violinista’, escribe “Los vapores infernales suben y llenan la mente/Hasta que enloquezco y mi corazón es totalmente cambiado”, y, “¿Ves esta espada? El Príncipe de las Tinieblas me la vendió”.
Siendo el príncipe de las tinieblas el diablo, lo que a mi juicio no me queda duda el vínculo de algunos militantes de este movimiento político con el diablo, donde le llevaron la espada a su patrón del mal, Pablo Escobar.
El Papa Pío XI escribió en 1937: los comunistas crean la lucha de clases para crear odio violento, que pueda impulsar su agenda bajo la bandera falsa de ‘progreso’. No son más que unos mentirosos que engañan al pueblo, dentro de los códigos del libro negro del socialismo marxista-leninista un discurso comunista debe llevar las siguientes palabras, para enceguecer al receptor; genocida, tortura, sangre, esclavitud, revolución, lucha obrera, independencia y su música preferida es el metal y el rock, juzguen ustedes quien utiliza ese lenguaje en sus discursos en Colombia, Venezuela y Cuba.
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